A nadie le gusta hablar del corto plazo (pues esto se asemeja un poco a un casino, ya sea por el ingente volumen de “shorts” en el crudo –y hoy todo baila al son del petróleo-, o porque Draghi dice o no dice, etc.). Lo cierto es que, advirtiendo de donde venimos (en cuanto a nefasta asignación de capital y riesgo en el mercado), uno está forzado a entender no solo el largo y medio plazo sino también el corto plazo (aunque éste pueda ser desquiciante).

Bien. Les comento lo que no me gusta hoy de este mercado:

1. El rebote de la semana pasada se dio en un “short squeeze” y vino acompañado con entradas en fondos inversos BXX i BSH, apostando por caídas de mercado.

2. El mercado está plagado de Risk Parity Funds (la versión moderna de los VaR de hace unos años). Ya saben ustedes cómo funciona esto. Con volatilidades altas solo ponen órdenes de venta, y acaban convirtiéndose en fondos de Renta Fija y Mercado Monetario.

3. Es cierto que el ratio Bulls/Bears está muy deprimido (a priori eso no es malo pues todos están ya pesimistas, quedando poco espacio para más pesimismo). Sin embargo, al durar tanto la corrección, se amplía el riesgo de capitulación final (que aún no hemos visto), sobre todo si uno tiene en cuenta, como describimos en  el punto anterior, cómo está estructurado el mercado.

4. Todo esto ocurre en un ciclo de EPS (beneficios) en USA que han empezado a caer. ¿Sentimiento a la baja y fundamentales cayendo? No es un escenario que ayude precisamente. Ya preveíamos caídas del -2.5% del EPS en USA. Por eso nuestro mensaje de que “el S&P no iría a ninguna parte en 2016”. Esperemos que el mercado empiece a discriminar en otros mercados en donde los fundamentales (EPS) van a crecer.

5. Los gestores de crédito, según me informan algunas firmas de broqueraje, están empezando a sentir los nervios. Es esencial que el mercado de crédito se tranquilice, pues en verdad es el nexo más importante entre mercado financiero y economía real.

6. Muchos hablan de que la banca USA ha iniciado una “carrera” de provisiones para cubrir pérdidas por las quiebras que van a venir de los “Oil loans”, y que por tanto, esto no va a pillar desprevenido a la banca. Quizás. Pero tenemos ya una buena muestra del estado de esas provisiones, equivalentes al 6% de todo el volumen concedido en estos préstamos. El problema es que un 6% no es suficiente, pues cubriría (por ejemplo) a un nivel de NPLs (impagos) del 20% con pérdidas del 30% en cada préstamo (es decir, recovery value del 70%), y eso, a todas luces, parece del todo optimista. En otras palabras, la banca USA necesita aumentar mucho mas sus provisiones; seguramente doblar el nivel actual, y eso recortará sus beneficios (y los del S&P). Por eso los inversores venden el S&P.

7. Tampoco me gusta que los principales bancos hayan cerrado sus operaciones de trading de deuda corporativa (y sin expectativas que las vuelvan a abrir). La intermediación se muere, y esto no es bueno.

Todo esto puede normalizarse y quedarse en una “limpieza” del mercado que, junto con una normalización monetaria en USA (totalmente necesaria), sirva para que los mercados dejen de actuar como casinos, y vuelvan a ser canales serios de asignación de capital y riesgos.

Lo dicho, reflexiones de corto plazo. Ustedes tomen esta información como respuesta a las múltiples preguntas que me hacen. Espero les ayude en su día a día.

Quién no entienda que debo hacer esto, se lo explicaré con mucho gusto.

Cordiales saludos

Alex FUSTE MOZO

Economista jefe

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