Publicado en Cinco Días. Gráfico de Bloomberg

Cuando el mercado tiene en el punto de mira a un país, siempre va a encontrar argumentos para castigarle, hasta que esa estrategia se convierta en un juego peligroso. España está aún lejos de haber llegado a ese punto. Los acuerdos alcanzados en el Eurogrupo, el llamado memorándum de entendimiento, y la disponibilidad inmediata de una línea de emergencia de 30.000 millones de euros han despejado el riesgo inminente de colapso de la banca. La ayuda no es gratis y el discurso de ayer del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, confirmó que la condicionalidad no se limita al sector bancario.

Desactivado un peligro, se encuentra otro de inmediato: ahora el riesgo se llama crecimiento. El Gobierno anticipa una contracción económica del 1,7% este año, pero el mercado descuenta ya que la caída será más profunda. En estas circunstancias, la Bolsa acogió el anuncio de nuevas medidas fiscales con una subida modesta del 1,17% en el Ibex, que dejó el selectivo en 6.805,9 puntos. La prima de riesgo descendió 18,5 puntos básicos hasta situarse en 530,5. El rendimiento exigido al bono se ha alejado del insostenible 7%, pero se quedó en el 6,57%, un nivel que sigue siendo demasiado elevado.

«La prima de riesgo solo se baja demostrando credibilidad. Vamos a tener que luchar durante 6 o 12 meses contra un auténtico tobogán en el mercado. Estamos obligados a ofrecer buenas noticias de regulación y ejecución presupuestaria. Hay que ofrecerlas todos los días, pero no significa que la prima de riesgo vaya a normalizarse de un día para otro», advierte Juan Luis García Alejo, director general de Inversis Gestión. (…)

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