Proporcionar una educación financiera a los más pequeños les da más y mejores herramientas para valerse en la vida. En el Día del Niño recordamos la importancia de enseñarles a gestionar, ahorrar e invertir su dinero. La falta de una sólida cultura financiera va en perjuicio de su desarrollo, de sus posibilidades futuras y, a largo plazo, del desarrollo de la sociedad en general.

De dónde procede el dinero o cuál es su valor son cuestiones envueltas en misterio para muchos niños. Enseñarles a tener una relación realista con el dinero hará que lo valoren en su justa medida, es decir, que vean que los comportamientos financieros saludables dan buenos resultados. Por ejemplo, aprovecha la paga para enseñarle la importancia de gestionar bien sus ingresos y gastos.

Desde Observatorio del Inversor apostamos por la difusión de la cultura financiera  y lo hacemos a través de nuestros contenidos, en algunos de ellos los niños son, precisamente, el centro del mensaje. Y, como muestra, un ejemplo: ¿cómo explicarías a tus hijos el significado de un concepto económico-financiero como es el fiscal Cliff (precipicio fiscal)?

En otras ocasiones, animamos a los padres a que participen en actividades infantiles de instituciones económicas. Este era el caso del concurso escolar organizado por el Banco Central Europeo y el Banco de España bajo el nombre ‘La carrera del euro”, con motivo de la exposición sobre ‘la nueva cara del euro’, celebrada en mayo de este año, al que dedicamos uno de nuestros contenidos.

Y, como los niños son siempre los más curiosos de la casa, ¿por qué no facilitarles las respuestas con un libro sobre economía adaptado a sus necesidades? Ante esta pregunta surgió ‘Mi primer libro de Economía’, de María Jesús Soto, directora de Inversis Banco en León.

Apostar por la difusión de la cultura financiera desde la infancia es, en definitiva, una inversión segura.