El análisis técnico se trata de un sistema de predicción bursátil basado en las cotizaciones presentes y pasadas de ese mismo valor. Este análisis técnico cuenta con dos componentes principales: el análisis de gráficas o chartismo (del anglicismo chart: gráfica, cuadro, tabla) y el análisis técnico propiamente dicho.

En el caso del análisis de gráficas, se denomina «chart» al gráfico en el que se representan las cotizaciones de una empresa determinada, de tal forma que en el eje vertical se coloca su cotización y en el horizontal el intervalo de tiempo de estudio. Uniendo las cotizaciones diarias de este chart se obtiene la curva de cotizaciones que permite analizar la evolución del valor. A partir de él se determinan las tendencias de las cotizaciones, ya sean bajistas o alcistas, se identifican cuáles son los movimientos que se pueden producir si cambian esas tendencias, mediante el reconocimiento de una serie de figuras técnicas ya catalogadas. Indicará, con el riesgo lógico, la previsible dirección que tomará el valor en sesiones futuras.

Además, aporta datos sobre soportes y resistencia de un valor junto a los retrocesos, entendiendo éstos como los movimientos que pueden producirse en contra de la tendencia natural del precio.