La Inversión Socialmente Responsable (ISR) es un camino que siguen cada vez más inversores para tomar decisiones de inversión según sus creencias y valores. Así, por ejemplo, pueden rechazar ser partícipes de un fondo de inversión que tome parte en empresas relacionadas con armamento, tabaco, alcohol o prostitución. De la misma forma, podrán elegir tomar participación en fondos que inviertan en empresas que cuiden el medioambiente o que ayuden a los más desfavorecidos de la sociedad.

‘Esta filosofía de inversión nace de los diez principios de inversión responsable de la ONU –apunta David Navarro, gestor de renta variable de Inversis Banco -, aunque siempre hay una parte subjetiva. American Tobacco, por ejemplo; cumple los diez principios, pero puede que a ti su actividad no te parezca ética. Hay SICAVs que no te dejan comprar farmacéuticas porque venden condones. Además de los estándares, está la ética personal de cada inversor’.

Los expertos consideran que los periodos de crisis económica son terreno abonado para que prolifere esta visión de la inversión. Como apunta David Navarro, ‘En época de crisis aumenta la solidaridad, la idea de que si tú estás aportando a la sociedad, la sociedad te lo va a devolver. Haces que tu dinero valga más, pero contribuyes a la sociedad, tiene mucho que ver con la convicción personal de cada uno’.

Juan Luis García Alejo, director general de Inversis Gestión,  destaca: ‘Nosotros, al aceptar mandatos de terceros, sí recibimos peticiones de entrada a través de vehículos que sean socialmente responsables, o solicitudes de no invertir en determinadas entidades que, en opinión del inversor, no cumplen principios éticos. Se trata de aplicar filtros adicionales al universo de inversión. Lo hacemos a demanda del cliente, modulado como él quiere, en función de lo que él nos marque; es algo muy personal’.

La ISR puede realizarse por discriminación negativa, rechazando aquellas inversiones que violen tus principios y valores, por discriminación positiva: apostando por aquellas empresas que invierten en aquello en lo que tú crees, bien sea cuidado del medio ambiente, justicia social o un estilo de vida saludable. Una tercera vía para invertir de una forma socialmente responsable es tratar de influir en los Consejos de Administración de las empresas en las que inviertes para que sigan unos principios más loables, limpios u honestos, aunque muchos expertos coinciden en que solo algunas personas, o en determinados países, pueden ejercer esta influencia directa en los órganos de Gobierno de las compañías.

La gran pregunta al hablar de ISR es si ofrece más o menos rentabilidad que la inversión tradicional. Los estudios que existen, arrojan resultados muy dispares; según el universo de inversión que consideren, los plazos, los criterios acerca de lo que es inversión responsable y otras variables.  Para García Alejo, ‘Es cierto que al limitarte la capacidad de elección, te hace más estrecho el universo de inversión pero no tiene por qué condicionarte tus rentabilidades, depende de dónde se pongan los límites al concepto de inversión socialmente responsable; cuanto más restrictivo sea, más te condiciona’.