En el momento en que has de mirar hacia atrás para tomar conciencia de la fase en la que te planteaste qué hacer con tus ahorros, barajar las diferentes posibilidades y, por fin, invertirlos; justo en ese momento es cuando has de pensar en cómo vas a realizar el seguimiento de la inversión en fondos.

Los tiempos, sin duda, son diferentes para un perfil de corto que para uno de largo plazo. En general, cuanto mayor es el capital invertido y el riesgo asumido, mayor vigilancia tendrás que ejercer. Sin embargo, ya se sea con o sin cafeína, siempre es recomendable dedicar el mismo cuidado e interés en vigilar sus inversiones que a la fase de la elección; pero con matices.

Tan poco aconsejable es mirar las cotizaciones en bolsa todos los días como olvidarse de tus inversiones una vez realizadas. En este sentido, el término medio apostaría por el caballo ganador o, lo que es lo mismo, conviene hacer una revisión periódica mediante los diferentes medios de información financiera o, mejor aún, la documentación obligatoria periódica remitida por la gestora.

En este último caso, la gestora emite gratuitamente informes periódicos con carácter anual, semestral o trimestral -esta última modalidad sólo en el caso en que el inversor lo solicite-, debiendo incluir información acerca de:

  •     Composición de la cartera
  •     Comportamiento
  •     Evolución de la rentabilidad
  •     Comisiones aplicadas
  •     Composición del patrimonio

Además, la gestora está obligada a enviar avisos de modificaciones relevantes con un periodo mínimo de antelación de un mes, para que el inversor pueda, en caso de desearlo, hacer uso del derecho de separación sin comisión ni gasto alguno.