A la hora de plantearnos cómo se determina la rentabilidad de un fondo, lo primero en lo que debemos tomar conciencia es en que la unidad de inversión de un fondo es la participación. Su precio de mercado es el valor liquidativo, que es el resultado de dividir el patrimonio total del fondo por el número total de participaciones en circulación en cada momento.

Valor liquidativo (V.L.) = Patrimonio del fondo / Nº de participaciones en circulación

Si bien, hemos de saber que, aunque el patrimonio del fondo puede aumentar o disminuir por la existencia de más o menos partícipes, lo más importante es el aumento o disminución como resultado de las diferentes inversiones del fondo, pues es lo que determina si el resultado del fondo es positivo o negativo.

La rentabilidad del fondo se calcula diariamente y se hace pública a través de la web de la entidad o a través de los boletines de las Bolsas de Valores, según se indique en las características del fondo. La rentabilidad se calcula como el porcentaje de variación del valor liquidativo entre la fecha de suscripción y la fecha actual.

Rentabilidad = ((Valor liquidativo final – Valor liquidativo inicial) / Valor liquidativo inicial) x 100

La principal ventaja de los fondos de inversión frente a otros elementos de inversión directa es el tratamiento fiscal, porque hasta el momento del reembolso no se tributan por las plusvalías -con una retención del 19% o del 21% dependiendo de su cuantía-. En este sentido, y en el caso de que decidamos cambiar de fondo, no se considerará que estamos obteniendo plusvalía alguna, por lo que podremos cambiar de inversión sin pagar impuestos hasta el momento en que realmente obtengamos el beneficio generado.