El Foro Económico Mundial (WEF en sus siglas en inglés), conocido también como “el Davos de Verano”, ha abierto sus puertas este miércoles 11 de septiembre en la ciudad de Dalian, al noreste de China. En esta ocasión, el Foro toma el nombre de Reunión Anual de los Nuevos Campeones, y bajo el lema “Responder al imperativo de la innovación” se debatirán hasta el día 13 cuestiones decisivas para la economía como el crecimiento sostenible, los valores personales en la inversión, la RSC, el comercio y la seguridad energética. Todas ellas relativas a los beneficios y retos de la transición hacia una economía circular, considerada por muchos expertos como un modelo económico más sostenible y restaurador, adecuado al siglo XXI.

Tres jornadas intensas que comenzaron con una declaración de intenciones por parte del primer ministro chino, Li Keqiang, al afirmar en su discurso de inauguración: “No se logrará la modernización de China sin reforma y sin apertura”. El líder chino recalcó además que la segunda mayor economía del mundo aplica una estrategia de desarrollo centrada en la innovación rápida, promoviendo a su vez la integración de la ciencia y la tecnología en la economía del país.

El Foro actúa como lugar de encuentro de los líderes de las multinacionales que encabezan el ranking mundial en sus respectivos sectores, junto a los ejecutivos de las compañías más dinámicas. Este año contará con más de 1.500 participantes procedentes de 90 países y regiones de todo el mundo.

Entre las ponencias que engloba el Foro se encuentran: “La Inversión Alternativa en Asia”, “El Futuro de Europa”, “Protegiendo la Economía Digital”, “El Efecto Eureka” o “De la Investigación a la Innovación”.

Es la tercera vez que Dalian acoge el Foro Davos de Verano. Ya lo hizo en los años 2009 y 2011. Esta ciudad china, con cerca de 6 millones de habitantes en su haber, se sitúa a las orillas del mar de Bohai, a 800 kilómetros de Beijing. Con una economía en constante crecimiento, Dalian ocupa el octavo lugar entre las ciudades chinas en términos de fuerza competitiva, debido, en gran parte, a sus industrias de fabricación de maquinaria, productos petroquímicos, refinación de petróleo y electrónica. Desde hace una década acoge las sucursales de una veintena de bancos de capital extranjero y otras instituciones financieras.