Publicado en El Economista. 

Se cumple el primer año de la política monetaria ultraexpansiva del Banco de Japón en un momento en el que la economía y el mercado comienzan a flojear, por lo que los inversores esperan que Kuroda celebre su aniversario por todo lo alto. ‘Fuegos monetarios de artificio’ para generar inflación, debilitar al yen y catapultar al Nikkei a otro ‘rally’ alcista hasta máximos desde 2007.

El 4 de abril de 2013 Haruhiko Kuroda protagonizó el que probablemente fuese el debut más espectacular de un gobernador de un banco central. El flamante presidente del Banco de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés) sacó toda su artillería para bombardear al país con millones de yenes. La acogida de la medida fue muy positiva, la economía se reanimó rápidamente y los mercados experimentaron el mayor avance en un lustro.

El mercado espera ansioso una nueva ronda de estímulos que, a corto plazo, podría significar alcanzar nuevos máximos para el Nikkei desde 2007. «Japón puede ofrecer los retornos más interesantes después de Europa», advierte Fernando Hernández, director de gestión de Inversis Banco, «aunque siempre hay que tener en cuenta que es el mercado más volátil dentro de los desarrollados». El Nikkei puede encontrar otra ayuda en la tercera flecha del Abenomics: la de la reforma fiscal. Japón pretende iniciar una fase de liberalización de algunas de sus normativas más anquilosadas. «Da la sensación de que el Gobierno quiere activar un programa de flexibilización regulatoria que podría animar a la economía», explica Hernández.

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