Publicado en Finanzas.com.

Mario Draghi sorprendió al mercado el jueves cuando anunció sus medidas, pero no podía hacer menos. Bajada del precio del dinero, tipo de depósito en negativo, inyecciones de liquidez para la banca condicionadas al aumento del crédito fueron las iniciativas más importantes y dejó la puerta abierta a otras más ambiciosas, como la compra de ABS, es decir, de créditos respaldados por activos.

El selectivo español fue capaz de rebasar la barrera de los 11.000 puntos por primera vez desde 2011. Pero… ¿tiene fuelle para ir más allá de estos niveles?Fernando Hernández, de Inversis, apunta que el efecto será más de largo que de corto plazo. Atisba, quizás, a corto plazo, en las dos próximas semanas, una toma de beneficios, pero anticipa un segundo semestre despejado para las Bolsas. A su juicio, los indicadores necesitan digerir las medidas, pensárselas bien. Se podría, según su opinión, comprar en los recortes con vistas a una mejora de la renta variable hasta final del ejercicio. Insiste en que los mercados deben realizar la digestión de estas medidas. ¿Ideas para aprovechar ese recorrido? Sobre todo, compañías más sesgadas hacia el consumo interno. En concreto, ocio, banca, además de constructoras, concesionarias, viajes y transporte. También, «utilities», «telecos» y automovilísticas.

¿Recorrido de la Renta fija?

Hernández dice que las medidas actuales pueden sujetar a las deudas en los niveles actuales, pero cree que ya no tienen recorrido. «Otra cosa es que el BCE acabe poniendo en marcha un programa de compra de activos. Entonces las rentabilidades pueden bajar algo más», afirma. Ésa puede ser la explicación para entender por qué la prima de riesgo de la deuda española haya bajado desde el jueves desde los casi 150 puntos básicos hasta los 130 en apenas dos sesiones. La rentabilidad del bono español a diez años, por su parte, ha bajado desde cerca del 2,90% hasta el 2,65%.

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