Publicado en El País.

El temor ha vuelto a hacer acto de presencia en los mercados europeos y ha empujado al dinero a refugiarse en los cuarteles de invierno. Esto se tradujo este miércoles en un castigo de los inversores a los bonos de países como España, Italia, Portugal y Grecia, que incrementaron la rentabilidad que les exigen parar prestarles dinero, mientras que llevó a los títulos alemanes, la inversión refugio por excelencia, a pagar en el mercado secundario el interés más bajo desde que hay registros. El agravamiento del conflicto en Ucrania, la recaída en recesión de Italia y el mal dato de los pedidos industriales de Alemania, la gran locomotora de la economía europea, se combinaron para dejar en pérdidas a todas las grandes Bolsas europeas. El cóctel se completa con la intervención del banco portugués Espírito Santo, que también perjudicó a los bancos cotizados.

“La exposición que tienen muchos grupos industriales a Rusia y el efecto de las sanciones ha tenido mucho calado, además de que el crecimiento económico en la zona euro va a ser peor de lo esperado, especialmente en Alemania”, explica Juan Luis García Alejo, director de Análisis y Gestión de Inversis.

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