La figura del agente financiero se ha integrado de forma fluida en el ecosistema financiero. Estos profesionales del asesoramiento ofrecen a las entidades su experiencia a la hora de crear y desarrollar una cartera de clientes a los que asesoran en la gestión de su patrimonio, y cada vez disponen de más atribuciones gracias a los últimos desarrollos tecnológicos. Iniciamos hoy una serie de entrevistas con agentes financieros que colaboran con Andbank España para conocer un poco más el papel que juegan en el mundo financiero así como su visión del sector. Comenzamos con Luis Aramburu, agente de Andbank Santander; santanderino, casado con dos hijos y aficionado a leer, pasear y navegar.

¿Qué crees que aportas como agente a las entidades con las que trabajas o has trabajado?

Transparencia, fidelidad y un fuerte compromiso, tanto con la entidad como con los clientes.

¿Cómo es tu trabajo diario? 

Trato de revisar todas las carteras una vez al mes y contactar con los clientes para comentarles la evolución y expectativas de su cartera, creo que si el mensaje que transmitimos al cliente es el de ‘despreocúpese de sus inversiones’, debe ser porque somos nosotros los que estamos atentos a su evolución. Otro aspecto importante en la relación con los clientes es el ser capaz de interpretar lo que el cliente verdaderamente quiere y hacerle ver cuál es la mejor manera de cumplir sus objetivos de inversión. En suma, acompañar a los clientes para la consecución de sus metas; para esto es fundamental tener gran orientación al cliente y disponibilidad.

Hay quien dice que el agente es una figura emergente, mientras otros lo ven como un clásico del sector financiero, ¿con qué idea te identificas más?

Creo que el cambio de modelo de muchas entidades hacia la industrialización hace que aquellos profesionales que buscamos una cierta independencia y personalización de nuestros servicios nos orientemos cada vez más hacia figuras como la de agente financiero.

¿Qué retos tiene por delante el agente financiero hoy?

Fundamentalmente, ser capaz de hacer comprender a los clientes los cambios estructurales que se están produciendo, la necesidad de invertir a largo plazo y de convivir con la volatilidad y, sobre todo, el que la independencia que le puede aportar un agente financiero es un seguro de vida para él.

¿En qué te facilita tu labor trabajar con una entidad como Andbank? ¿Qué te aporta el banco?

Dentro de los estándares que impone Mifid, me aporta una gama de producto muy amplia y un modelo de asesoramiento de los más flexibles que hay en el mercado actualmente. Creo que, además, Andbank entiende, valora y apoya el trabajo de los agentes.

¿Qué formación tiene un agente financiero? ¿Sigues formándote a lo largo de tu vida profesional?

En un mercado con unos cambios estructurales tan grandes como el financiero, la formación continuada es, no solo importante, sino crucial. Cada vez aparecen nuevos productos y se materializan riesgos con los que no se contaba hasta ese momento, por eso es tan importante mantener un alto nivel formativo.

¿Qué cuenta más en este trabajo: formación o experiencia?

Creo que ambas son importantes, aunque si tuviera que elegir una de ellas, me decantaría sin duda por la experiencia. En un mercado tan claramente influido por sentimientos, el haber pasado por diferentes momentos de crisis, el ser consciente de que, aunque a corto plazo parezca que se va a acabar el mundo, éste siempre se recupera, creo que es fundamental a la hora de transmitir a nuestros clientes esa serenidad y visión de largo plazo que necesitan.

¿Qué parte de tu trabajo realizas de forma presencial y qué parte de forma telemática, en remoto, gracias a la tecnología? ¿qué te aporta cada una de estas dos formas de relación?

Creo que, si bien en los momentos iniciales de la relación es imprescindible la relación personal, una vez esta relación de confianza se ha establecido, una parte muy importante del trabajo se hace aprovechando todos los avances que nos permite la tecnología. Todos vendemos básicamente los mismos productos y servicios, lo que nos diferencia es nuestra capacidad para empatizar y transmitir confianza a los clientes y eso se hace de manera personal.

¿Qué es lo que más te gusta y lo que menos de tu trabajo?

Lo que más me gusta es haber logrado establecer una relación de confianza y amistad con mis clientes. Lo que menos, el exceso de trabajo administrativo que las nuevas regulaciones demandan, a pesar de ser necesario.

¿En qué basas tu motivación?

En la confianza que muestran los clientes al vincularse personalmente a mí, en la responsabilidad que implica esa confianza y en el interés por seguir aprendiendo.

¿Alguna anécdota que te haya ocurrido en tus años de experiencia como agente?

A mí siempre me han sorprendido dos cuestiones: la cantidad de personas que no quieren oír la verdad cuando es desagradable (hablar de riesgos por ejemplo) y por otra parte, la cantidad de inversores que dicen que son conservadores y luego, cuando analizas su cartera, ves los riesgos tan espectaculares que tienen y que desconocen.