Publicado en La Información.

El 9 de septiembre de 2013 el mundo del dinero empezó a mirar a España con otros ojos. Ese día uno de los bancos más poderosos del planeta, Morgan Stanley, publicó un informe para inversores que bajo el título The New Spain instaba a rastrear las oportunidades de negocio que ofrecía un país que, después de «haber corregido con gran rapidez sus desequilibrios», se encontraba a las puertas de una sólida recuperación económica.

Entre los argumentos que utilizaban los analistas de la entidad para justificar su decidida apuesta por España, uno se destacaba por encima de los demás: los sólidos progresos del país en su agenda de reformas.

«Desde hace meses ya la percepción de los mercados sobre España se mueve por criterios diferentes a los fríos datos económicos», asegura Marián Fernández, directora de Estrategia de Inversis. «Se valora más la política de reformas del país, lo que se está haciendo para superar nuestros desequilibrios económicos».

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