Publicado en El País.

La caída de los precios de las principales materias primas ha sido tan fulminante y contundente estos últimos años que puede ser compresible que muchos inversores se sientan ahora tentados a entrar en estos mercados con la idea de vivir un nuevo rebote de las alicaídas cotizaciones.

La idea de que muchos de estos activos están demasiado baratos y de que la recuperación económica está a la vuelta de la esquina ha venido abonando ese optimismo. Una impresión, sin embargo, escasamente compartida entre los expertos, quienes dicen no detectar de momento ninguna señal sólida de recuperación de las materias primas por lo que es mejor implicarse poco en estos activos o incluso mantenerse al margen.

“En general no recomendamos con vistas a los próximos meses que un inversor normal tenga materias primas en su cartera, sobre todo ahora que las rentabilidades en Bolsa son interesantes”, advierte Marian Fernández, directora de Estrategia de Inversis Banco.

De hecho, mientras el 2013 ha sido bastante satisfactorio para los mercados de valores, lo mismo no se puede decir de lo ocurrido con las commodities, que han sufrido un auténtico annus horribilis. Después de años de descensos en casi todas las cotizaciones, desde los metales industriales a los productos agrícolas, se esperaba un cierto respiro. En lugar de ello ha habido más de lo mismo: caídas en picado. Una de las pocas materias primas incluidas en el índice S&P GSCI Spot Return que ha logrado salvarse de la quema es el crudo.

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