En el mercado secundario se negocian los títulos que previamente se han emitido en el primario por parte de un emisor autorizado. Las bolsas de valores son mercados secundarios.

Son mercados diseñados para que resulten atractivos a compradores y vendedores. Para ello, se caracterizan por su liquidez y por la amplia información disponible. Los precios se determinan en el cruce entre oferta y demanda.

Dentro de mercado secundario se pueden distinguir entre organizados y no organizados. Los primeros son, por ejemplo, las bolsas, donde una autoriad controla y supervisa el funcionamiento del mercado, como la Comisión Nacional del Mercado de Valores en España. En el segundo caso, se trata de los OTC (Over the counter), mercado que no está regulado ni supervisado, no hay estándares y no hay órganos de compensación y liquidación. Los intercambios se producen tras una negociación directa entre un vendedor y un comprador, determinándose en la misma el precio y las condiciones del acuerdo.