El PER mide si una acción está barata o cara. ¿Cómo? Muy sencillo. El PER es el cociente resultado de dividir el precio de la acción, entre los beneficios que genera, los dividendos. De esta forma, un PER igual a 10 querría decir que con una acción, si se mantiene la relación entre cotización y dividendos estable, el inversor dueño de la acción tardaría 10 años en recuperar la inversión vía dividendos. En general, un PER bajo podría implicar un potencial alcista en un valor en el futuro. Es decir, si esta ratio es más baja de lo común en el mercado y en su histórico, la acción podría estar devaluada en relación con los beneficios que genera. Si la compañía no obtiene beneficios, es decir, cierra con pérdidas, no se calcula el PER de ese ejercicio.

Hay más indicadores relacionados con el PER. Uno de ellos es el PER adelantado. La medida es la misma, salvo que se estiman los beneficios futuros. De esta forma, si el PER adelantado es menor que el actual, entonces se espera mayores beneficios en el futuro para la compañía, lo que debería afectar positivamente a la cotización del valor.

Los inversores también utilizan el PEG, una ratio PER/Crecimiento esperado de la empresa, generalmente anualizado a cinco años. Se suele afirmar que si el PEG es igual a 1, el precio de la acción está cercano a su valor de equilibrio. Si es menor que 1 la empresa estaría infravalorada, y al revés si es mayor que 1.