Los fondos distressed o holdouts, más conocidos como fondos buitre, son fondos de capital riesgo que compran deuda de economías en problemas, cercanas a la quiebra, para posteriormente presionar y cobrar la totalidad del valor de esa deuda, además de los intereses por los años adeudados, sin atender a reestructuraciones o quitas. Su campo de acción abarca tanto a países con situaciones financieras críticas como a empresas con graves problemas económicos.

Objetivo

El principal objetivo es comprar activos con el menor precio posible y que en el momento de la venta, en un periodo a corto o medio plazo, se venda a otros inversores para conseguir altas rentabilidades.

Modo de operar

  • Eligen mercados en malas situaciones económicas, casi en quiebra.
  • Cuentan con amplios conocimientos del mercado en el que van a entrar.
  • Están integrados por grandes especialistas en procesos de reestructuración de empresas. Además, por regla general, la mayoría parten de sociedades de inversión de capital riesgo.
  • Compran títulos a muy bajos precios, llegando a ser incluso el 10% o 20% de su valor nominal.
  • Intentan reflotar esta economía en mal estado para venderla después a un precio mucho más alto del pagado por ella.
  • No obstante, como en cualquier operación, el éxito no está garantizado y toda operación de este tipo conlleva su riesgo.

Críticas

Se trata de compañías que no terminan de gustar en el ámbito financiero y alegan que el calificativo de buitre (aves que se alimentan de animales muertos) se ajustan muy bien a su modo de subsistir: gracias a Estados y compañías al borde de la muerte. Por ello, han sido puestas en entredicho por varias organizaciones, entre ellas el G20.