Hace sólo unos días, Warren Buffet enviaba su carta anual a los accionistas de Berkshire Hathaway. El Oráculo de Omaha daba cuenta a los inversores de su firma de cómo había ido el año, de los triunfos y de las decisiones menos acertadas de 2012. La carta anual es uno de los documentos más esperados cada año en la agenda financiera internacional, ya que Buffet es uno de los iconos más reconocidos en el mundo de la inversióngracias a una carrera de ganancias casi imparable.

Sólo el año pasado, Berkshire Hathaway aumentó su beneficio en 24.000 millones de dólares, lo que supuso un gran disgusto para el inversor que, por noveno año en 48 ejercicios, no logró batir al S&P 500. El otro disgusto que se han llevado tanto Buffet, como su socio, “Charlie”, fue el no poder realizar una gran adquisición; aunque se han desquitado en 2013 con la compra del 50% de una corporación que controla el 100% de Heinz.

Pero más allá de cómo vea Buffet al mercado en 2013, y hacía dónde cree que van a ir las Bolsas este ejercicio, la última carta del inversor podría haber señalado ya a su sustituto. No hay que olvidar que Warren Buffet (1930) se acerca a los 80 años y que su socio, “Charlie” –Charles T. Munger- cumplirá 90 años el próximo ejercicio. No es descabellado pensar que, en un periodo de tiempo no muy lejano, Berkshire Hathaway necesitará nuevos gestores.

Los elegidos podrían ser Todd Combs yTed Weschler, los nuevos directores de inversión de la firma. Buffet asegura –literalmente- que a la compañía le ha tocado la lotería con estos dos fichajes. De hecho, en su carta afirma que los dos directivos han conseguido batir al S&P 500 en 2012 y, lo que es más importante, al propio Buffet. Por eso el presidente de Berskshire afirma que sus dos directores le han hecho “arrastrarse por el polvo”.

Buffet ya anuncia que podrían ser ellos quienes tomaran las riendas de Berkshire Hathaway cuando dice que “Todd y Ted son jóvenes y estarán aquí para gestionar nuestro patrimonio mucho después de que Charlie y yo nos hayamos ido. Podréis descansar tranquilos cuando ellos tomen el control”, concluye Buffet.

Convendría, por tanto, ir siguiendo la pista a estos dos jóvenes gestores a partir de ahora, ya que no será fácil vestir el traje de Buffet, una vez que haya decidido abandonar la gestión de su famoso vehículo de inversión.