Roll Yield es la pérdida o ganancia que se produce como consecuencia de la renovación de los contratos futuros realizados para mantener una exposición constante a un producto. Es decir, la rentabilidad, ya sea positiva o negativa, derivada de circular posiciones sobre los futuros que se mantienen en una cartera.

Pero, para entender bien el concepto, debemos sacar a escena otros dos términos que están muy vinculados, especialmente si hablamos de los mercados de materias primas: backwardation y contango.

Un mercado en backwardation es aquel en el que el precio de los futuros cotiza por debajo de su precio al contado. Es un patrón muy común en productos perecederos o en momentos de gran demanda a corto plazo. En este caso, se puede decir que en el proceso de “rolling” (vender un futuro a vencimiento para comprar otro) se compra barato y se vende caro, por lo que el roll yield es positivo.

Por el contrario, un mercado en contango, es justamente lo opuesto. En este caso, el precio de los futuros cotiza por encima del precio al contado, algo que se puede producir, por ejemplo, debido a los costes de almacenaje del producto o el pago de un seguro. En esta situación, cuando tenemos que volver a contratar un futuro, debemos vender barato y comprar caro. Ahora, el roll yield es negativo.

El roll yied surge, por tanto, de la diferencia de precios entre las transacciones antes descritas, pudiendo ser positivo o negativo, en función de la estructura de mercado vigente. Y esto es así porque en un mercado en contango el precio de los futuros serán más altos a medida que el vencimiento avance y en un mercado en backwardation ocurrirá lo contrario, es decir, los precios de los futuros serán cada vez más bajos.