Para cualquier deportista, el equipo con el que compite es vital. Tanto humano como material. En el caso del tenis en silla de ruedas, una de las piezas básicas para poder plantar cara a los mejores es, precisamente, la silla. De hecho, una silla de ruedas para un tenista, dista mucho de la convencional.

Para un tenista en silla de ruedas, es tan importante ésta como la raqueta. En primer lugar, la silla debe ser fabricada a medida. Para que el asiento, la altura, etc, sean acordes con el deportista y sus movimientos.

Estas sillas son de titanio, un material más ligero para facilitar los desplazamientos continuos del tenista. Son sillas mucho más manejables, que permiten cambiar rápidamente de velocidad o dirección.

Las diferencias no acaban aquí. Las ruedas están dispuestas con un ligero ángulo hacia dentro para que la silla gire mejor. Además, en la parte trasera tienen una silla antivuelco, pieza que no está en las sillas de ruedas comunes. Esto es para que los tenistas no pierdan el equilibrio cuando sacan o en determinados movimientos y golpeos de pelota. Si no estuviera, la silla se inclinaría hacia atrás.

Todas estas características hacen que la silla pueda marcar diferencias entre los tenistas del circuito mundial. Sólo con una silla de calidad se puede competir en igualdad de condiciones con los mejores.

Pero estas especificaciones también convierten a la silla de un tenista en una inversión importante. El precio de una silla que cumpla estos criterios se acerca a los 6.000 euros o puede sobrepasarlos en el caso de las mejores.

Mentoring Dani

Nosotros aceptamos el reto de ayudar a Dani Caverzaschi a competir con los mejores. Para ello, necesita una nueva silla, que estrenará en septiembre en las Paralimpiadas de Londres 2012. Recuerda que tú también puedes ayudarle. El número de cuenta para hacerlo es 0232-0100-80-0012179910. Inversión en valores.