De todos es sabido que el personal de una empresa es su mayor activo, la personalidad que cada trabajador imprime a su oficio y las sinergias producidas entre empleados tienen un valor muy alto.

Algunos de ellos son verdaderas estrellas, no sólo al interiorizar el know-how sino al realzar la productividad de todo el conjunto. Es por eso que un trabajador de estas características es difícilmente reemplazable, puesto que muchas veces es más costoso localizar con éxito a quien pueda cumplir eficientemente la plaza vacía que motivar o incentivar a nuestras «estrellas del rock«.

En esta infografía realizada por mindflash.com, podemos ver las siete pistas que nos ayudarán a identificar cuanto antes un posible descontento entre nuestras filas:

  • Productividad reducida: Olvidos, trabajos a medio hacer, pruebas de que la mente está más ocupada planeando la huida hacia otra empresa: es hora de sentarse tranquila y distendidamente con el empleado para preguntarle por sus problemas y resolver sus dudas.
  • Más arreglado que de costumbre: ¿Se ha considerado la posibilidad de que el/la trabajador/a esté acudiendo a entrevistas? Un vestido o traje mucho más elegante que lo habitual puede delatarle.
  • Soledad: Se producen sucesos extraños como llamadas inoportunas, secretismo o falta de transparencia que le hacen distanciarse de sus compañeros.
  • Cambios en su ética de trabajo: Alguien que siempre llegaba puntual o incluso más temprano, con la mente enfocada hacia sus objetivos, de repente empieza a llegar tarde y a quejarse continuamente: puede que esté teniendo un exceso de tarea o que su situación no le motive y le provoque un estado de infelicidad permanente.
  • Más solicitudes de tiempo libre de lo normal: enferma mucho más frecuentemente pero no se le nota más alicaído/a, un desencantado en potencia.
  • Importantes cambios en su vida: divorcios, sucesos familiares… Preguntarle por lo que ha pasado demuestra que nos importa su futuro, que su vida personal es clave para una buena relación en la compañía.
  • Pérdida en la interacción con los compañeros: Tras el silencio se puede esconder la insatisfacción o el desacuerdo más arraigado con las políticas internas, y es mejor conversar acerca de estos asuntos antes de provocar una situación incómoda.