La aparente rebaja de presión de los mercados sobre la deuda española ha quedado patente en la última cita de emisiones del Tesoro. En ésta, se lograron colocar 4.515 millones de euros en letras con el interés más bajo desde mayo. Los títulos a 12 y a 18 meses se vendieron al 3,20% y 3,45% respectivamente, frente al 3,99% y 4,35% que se pagó por ellas en el mes de julio. Ante esta ligera mejora cabe preguntarse quién sigue comprando la deuda española. La respuesta está en su mayoría -y como hasta ahora- en el extranjero.

Analizando los datos de los últimos informes sobre el mercado de Deuda Pública que elabora de forma anual el Banco de España, comprobamos que la tónica no ha cambiado: los “no residentes” siguen siendo los mayores tenedores de dicha deuda, aunque su importancia en porcentaje continúa bajando. En 2011, última publicación disponible, la distribución por inversores de la deuda del Estado en cuanto a carteras registradas suponía para los no residentes un 45% del total, frente al 55,1% que ostentaban en 2010. Diez puntos porcentuales de pérdida de peso acreedor que pasaba a anotárselos el sistema crediticio como tal, partiendo de un modesto 9% hasta alcanzar el 20,2% de hace un año. En bonos y obligaciones, la bajada fue menos acuciada, de un 54,7% a un 51,6%, aunque no por ello descendió el volumen invertido, al contrario: de los 228,3 miles de millones que prestaron inversores extranjeros en 2010 se llegó a los 240,7 en 2011.

Estos inversores no residentes también acogen en su seno la deuda de las comunidades autónomas. En concreto, en 2011 lo hicieron por un importe de 12.573,2 millones de euros, un 47,3% del total de deuda autonómica.

Riesgos públicos y privados de España e Italia

Pero volvamos al presente y centrémonos en los riesgos de España y de su compañera de batallas: Italia. Según los datos del Banco Internacional de Pagos (BIS) de marzo de 2012, la deuda pública y privada de ambos países que está en posesión de la banca extranjera asciende a 1,87 billones de euros. Una cifra que incluye tanto la exposición directa como la indirecta (a través de derivados, garantías y otros compromisos de crédito). Y, ¿qué manos están más manchadas por sus deudas? No son otras que las de Alemania y Francia, con una exposición a la deuda de ambos países de 772.841 millones de euros, un 41% del total, concentrado, sobre todo, en el sector privado. Este es un motivo más que suficiente para evitar cualquier escenario que siga echando leña al fuego y perjudique a sus economías.

Si aislamos el caso español, la banca alemana es la más expuesta. El sistema financiero germano tiene el 19% de los 782.651 millones de euros que nuestro país debe a entidades extranjeras. Francia está al acecho con el 15,4%, seguido de Reino Unido con el 14,9%. Con este peso como acreedores, quizás les resulte positivo echar una mano a las maltrechas economías mediterráneas para evitar que las suyas se constipen.