Publicado en RATm (Rage Against The Markets) por Juan Luis García Alejo 

El pasado viernes se publicaban los datos de Balanza de Pagos en España relativos al cierre de la primera mitad de año. A la par, el Ministerio de Economía y Competitividad en la web www.thespanisheconomy.com, publicaba el documento: Setting the foundations for sustainable growth. Sobre ambos querría hacer algunos breves apuntes que vienen que ni pintados al calor del celebérrimo entusiasmo por nuestra recién descubierta capacidad exportadora como país.

 

Hace mucho anunciábamos (no de forma exclusiva, obviamente) sin sarcasmos (sic) que la economía española ofrecía signos que podían permitirnos hablar de al menos un “brote verde”: la evolución del saldo de la balanza por cuenta corriente. Los que ayer dudaban de tal cuestión, hoy nos pasan por la derecha y nos anuncian como una potencia exportadora, poco menos que “la nueva Alemania”. Como ustedes se pueden imaginar, ni Don Juan, ni Juanito. El brote, que sigue siendo verde, aún es tierno.

España cerrará el año con un superávit de la balanza por cuenta corriente, algo que es observable desde la segunda mitad del año pasado y que es una magnífica noticia. España ya no acumula nueva dependencia externa mes tras mes. Al contrario genera recursos para poder cubrir dos objetivos: uno irrenunciable, otro de largo plazo. El objetivo irrenunciable, ser un pagador fiable. España ha demostrado que es capaz de reconducir una situación de balanza por cuenta corriente desequilibrante en menos de 6 años. Así, hemos pasado en este período de un déficit récord del 10% sobre el PIB a un superávit del 1,6% según prevé el propio Ministerio al cierre de este año. España tiene vocación de hacer sostenible su deuda externa, ¡que alcanza el  91% s/ PIB! y nuestros fiadores externos parecen creer en nuestro propósito de enmienda. El segundo de los objetivos a cubrir es, como decía, de más largo plazo. La capacidad de financiación generada en los seis primeros meses del año alcanza los 5.250 mill. de € (el año pasado aún demandábamos 14.585. ¿Es mucho o poco lo generado? Suficiente para que se fíen de uno, pero una minucia comparado con los más de 910.000 mill. de € de endeudamiento externo. Reducir esa hipoteca externa tomará su tiempo, pero sólo se puede asentar sobre la base de una balanza por cuenta corriente saneada y sólida de forma estructural.

¿Tenemos datos suficientes para cantar victoria?, ¿podemos decir que nuestra balanza por cuenta corriente es sólida estructuralmente de cara a cubrir el objetivo anteriormente mencionado? Creo que estamos lejos de este elemento (¡fuera triunfalismos!), aunque camino del mismo (¡ánimo para seguir con el empeño!). [Continúa]

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