Por Juan Luis García Alejo, director de Análisis y Gestión de Inversis Banco

El 27 de noviembre presentábamos una estrategia de cara a 2013 que titulábamos More Action, Less Drama. En la misma siempre hay un gráfico que nos gusta destacar por encima de los demás, el de la teórica frontera eficiente de las inversiones de cara al año siguiente. En el caso del ejercicio de este año había tres apuestas que sobresalían por encima de las demás: el mercado de renta variable japonesa, los mercados de renta variable emergentes y el bono soberano español. Su combinación rentabilidad-volatilidad les situaba, de salida, como apuestas atractivas. Y cada una de ellas batía con holgura las alternativas de riesgo comparables.

Con esos mimbres construimos las carteras de nuestros clientes e incluimos, en aquellas que por su tamaño lo permitía, o bien el ETF iShares MSCI Japan Monthly Hedged EUR o el fondo Schroder ISF Japanese Equity EUR. En ambos casos empleamos instrumentos cubiertos; ya que, en nuestra opinión, uno de los motores-catalizadores del buen comportamiento de la renta variable podría ser el debilitamiento del yen en su cruce con todas las divisas core. Los cambios políticos ayudaron a ese debilitamiento del yen y a que la renta variable japonesa haya ofrecido un retorno superior al 15% en poco más de un mes.

Con ese resultado era conveniente revisar el estado de la macro (sin grandes cambios en tan poco tiempo), la política (voluntades confirmadas de un Gobierno algo más intervencionista en el aspecto de la divisa) o de los flujos (las posiciones net non-commercial en el EURJPY han llegado a un punto que consideramos extremo y que puede dejar de jugar a favor del debilitamiento del yen), para confirmar que había que cerrar la apuesta.

A estos motivos añadimos los más relevantes desde el punto de vista, no ya de momentum, sino de valoración. Japón ha desaparecido de la frontera eficiente, los modelos compuestos de valoración habían encarecido el mercado hasta los niveles «pico» de 2010 y 2011 dejando un potencial margen menor que el de otros mercados. E indicadores más particulares como el de PER tendencial habían pasado de 13,5x a 16,6x; que, sin ser caro, no ofrecía ventaja frente a otros índices.

Por ello, hemos decidido bajar la recomendación de Japón desde sobreponderar a un tibio neutral, que en las carteras se ha traducido en la venta de las posiciones en esta área. ¿Un éxito? Sí, pero no cantemos victoria. Ahora le toca tomar el relevo a otros índices y apuestas. Y algunos, como emergentes o el bono español, están funcionando; pero otros, como la renta variable española, no nos dan la razón. 2013 acaba de empezar y el camino aún es largo.