No hay que echarse las manos a la cabeza porque el selectivo español haya pasado de los 10.700 puntos a llegar a perder, durante unos instantes, eso sí, los 10.000 en apenas unos días. Al menos, de momento. Las cosas no han cambiado ni para bien ni para mal entre uno y otro punto. Para Óscar Germade, de Cortal Consors, la clave para entender que ésta es sólo una sana corrección es que se mantenga por encima de los 10.090 puntos. Pero su pérdida tampoco sería muy peligrosa: la primera estación a la baja se situaría en los 9.700 puntos. Si sigue el goteo bajista, las siguientes paradas se producirían en los 9.400 y en los 9.200 puntos, los mínimos de diciembre de 2013, que tampoco están tan lejos.
David Navarro, de Inversis, añade más factores a vigilar, como las noticias respecto a las pruebas de solvencia a las que se someterá la banca europea, además de las referencias sobre la Bolsa americana: allí la debilidad de ciertos sectores contagió a todo el Nasdaq y sus caídas, al resto de indicadores. Ignacio Cantos, de Atl Capital, recuerda que, durante unos días, especialmente al Ibex, porque es un índice que amplifica tanto las subidas como las bajadas de los mercados en su conjunto. Por el momento, afirma, el balance anual sigue siendo favorable al selectivo español frente a otros indicadores e insiste en que los descensos son una oportunidad de entrada, sobre todo en la banca, pero también NH Hoteles o Mapfre.
David Navarro considera que mientras el indicador se mantenga sobre los 10.000 puntos, hay que ir poniendo dinero a trabajar. Sus motivos para el optimismo son, además de la posible actuación del BCE, los resultados empresariales, así como la normalización de las divisas emergentes. «No es una mala idea comprar en el entorno de los 10.000 puntos cuando existe el riesgo de una caída hasta los 9.600 puntos a corto plazo, pero también una elevada probabilidad de que supere los 11.500 puntos a finales del año que viene», señala.
Las apuestas de Navarro son compañías muy castigadas, pero con buenas perspectivas, como Inditex y Viscofán, valores con buenas proyecciones para el medio plazo, como Liberbank, y otras empresas como Endesa.