Publicado en Cinco Días.

El desplome del peso argentino ha tenido una incidencia global. Otros países emergentes han visto cómo sus divisas sufrían también severas depreciaciones que solo se han frenado con las medidas de choque de los bancos centrales. India, Turquía y Sudáfrica han subido drásticamente los tipos de interés para apoyar a sus monedas. Así, tras la tormenta llegó cierta calma a las divisas emergentes y, por ende, a las Bolsas. Pero la Fed ha devuelto las tensiones a los mercados al decidir una nueva retirada de los estímulos en otros 10.000 millones de dólares, lo mismo que en diciembre.

Eduardo Antón, analista de fondos y ETFs de Inversis Banco, apunta que “los mercados emergentes y sobre todo sus divisas son muy dependientes de los flujos extranjeros”. Por eso, una de las principales razones que explica este movimiento de las divisas es el tapering. “Con la retirada de estímulos por parte de la Reserva Federal muchos flujos que se encontraban en mercados emergentes han sido repatriados a EE UU. Y también las buenas perspectivas de la economía europea han atraído flujos al viejo continente desde los emergentes”, destaca. Así, asegura que la volatilidad en estos mercados persistirá “mientras los flujos no comiencen a dar una señal de vuelta”.

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