La inversión en Bolsa se asocia tradicionalmente a inversores con un perfil de riesgo agresivo, con un horizonte temporal de medio o largo plazo. Si bien un ahorrador que apueste por la renta variable ha de tener tolerancia a la volatidad, los expertos auguran que es el activo que mejor se comportará en 2014 y el que presenta un binonio riesgo rentabilidad más atractivo.
Probablemente, la vía más eficiente para invertir en el parqué es a través de fondos, ya que permiten al pequeño inversor diversificar su capital entre diferentes compañías y mercados, de la mano de una gestión profesional. Los fondos de Bolsa figuran entre los que aportan más valor añadido al partícipe y, por tanto, cobran mayores comisiones que otras categorías. La ratio de gastos netos anual oscila entre el 1,50% y 1,90% del patrimonio, según datos de Morningstar.
Sectores con gancho
Algunos fondos de Bolsa concentran sus apuestas en sectores específicos, con potencial de revalorización, en el que invierten, al menos, el 75% del patrimonio gestionado. Dentro de esta categoría de fondos sectoriales, hay productos que apuestan por empresas ligadas al consumo, la biotecnología, la construcción, las telecomunicaciones, las utilities (servicios generales), la ecología, la energía, la salud y las financieras, entre otras. También hay sectores nicho, como el lujo, el agua, el vino, los instrumentos musicales o el oro.
Algunos productos no sólo ponen el foco en un segmento de la actividad económica, sino que, además, se especializan en determinadas regiones. Eduardo Antón, de Inversis, confía en GAM Star Global Technology, por el potencial de crecimiento que presentan las empresas del sector tecnológico; las valoraciones relativas frente al S&P500; la revolución de cambio hacia el consumo digital y los altos niveles de flujos de caja, que podrían incentivar movimientos corporativos, recompras de acciones y aumentos de dividendos. Se apuntó una ganancia del 8,8% en 2013 y este año ya avanza un 3,34%.
Lee el artículo completo en Expansión.com.
