Mal asunto. Mal asunto comer de forma copiosa callos a la madrileña. Pensé que una siesta lo arreglaría. Así, con la ayuda de una etapa del Tour de 1995 en mi iPad me he dispuesto a echar una reparadora siestecita… Al arrullo de las palabras de Pedro Delgado y Pedro González en TVE, que parecen cada vez más lejanas, he conseguido descabezar un sueñecito. En mala hora: la pesadilla ha sido de aúpa.

En mis devaneos por la fase REM de repente me vi dentro del cuento de Alicia en el País de las Maravillas, la magnífica obra de Lewis Carroll, disfrazado de Alicia. Un ceñido vestido azul cielo nido-de-abeja, con canesú y un gran lazo a juego tocando mi melena rubia. Lo más inquietante de la imagen era que mis piernas aparecían al natural…, molestos pelillos para las Pretty Ballerina negras. En fin un sofocón, que comparto con ustedes porque el resto de la escena mejoraba lo presente.  Estaba en el capítulo de la Merienda de los Locos.

El Sombrerero era Luis de Guindos; el lirón la vicepresidenta Sáenz de Santamaría y la liebre, nuestro Cristóbal Montoro. Todos sostenían una copia de la actualización de nuestro “cuadro macro” para el período 2013-2016. Y la agitaban desaforadamente blandiendo al aire sus brazos y lanzando enrevesados acertijos que turbaban mi mente.

–        ¿Por qué mi “recargo temporal de solidaridad” lo alargo un año más? –mascullaba la Liebre.

–        Porque la “reordenación de las cifras” del cuadro así lo requiere. Apuntaba el Lirón.

–        No quiero una sola sonrisa –interrumpía el Sombrerero. “Son hipótesis que han dado lugar a unas envolventes muy prudentes…”

–        ¿Perdón…? Me atreví a interrumpir.

–        ¡Silencio señorit@! O le reviso sus últimas declaraciones de impuestos.

–        ¡Eso! ¡Eso! ¿o acaso no se ha fijado usted que la “tasa de paro flexionará en 2014”?

En ese momento, por detrás de la valla de Villa-Moncloa, pasaba A. P. Rubalcaba, caracterizado de Conejo Blanco, pero su barba parecía sacada de la película Argo.  Se le veía claramente anclado en el pasado, ausente de la realidad: “Se me hace tarde hoy”, decía. Iba a preguntarle, ¿para qué Alfredo…?, pero me pareció fuera de lugar. Además me desperté. Aturdido por los comentarios que en ese momento realizaba Pedro Delgado al paso del port-d’Aspet, con Richard Virenque y su maillot  de puntos rojos al frente de un nutrido pelotón, empezaba a retornar a la realidad.

En el libro de Lewis Carroll, la merienda tenía lugar curiosamente un 4 de mayo. 148 años después, la ceremonia se repetía (sin té) en el Consejo de Ministros. La actualización del cuadro macro que conocíamos era portadora de lúgubres noticias que conviene repasar una a una y no perder ripio:

El PIB crecerá entre 2013 y 2015 1 décima

Es decir, nada. El consumo detendrá su caída en 2014 (0%) y aún habrán de pasar muchos años hasta que el nivel de gasto real de las familias se acerque a lo que vimos en 2007. El gasto e inversión de las Administraciones Públicas seguirá descendiendo más allá de 2016 y la Formación Bruta de Capital Fijo (inversión) crecerá sólo en 2015. 2013 será malo. 2014 triste.

El “austericidio” seguirá, pero a menor ritmo

Que teníamos que pagar la fiesta era claro. Lo que no había era que pagar todos los recibos de golpe. Esperemos que la vía desde ahora sea la racionalización de la estructura de este Estado-disparate; la gestión adecuada del gasto corriente de las AA.PP., la eliminación de cargos innecesarios, o de infraestructuras faraónicas… Por cierto, todos ellos, con casi seguridad, con un multiplicador fiscal de menor intensidad que el ofrecido por otros de los recortes que hemos sufrido.

Respecto al paro, en 2016 estaremos como en 2012

No se me ocurre qué añadir. Y a mí lo que me preocupa es que los primeros caídos en esta crisis vienen de 2007. Un decenio perdido. O más.

Bueno, quizá de este ejercicio del Gobierno se pueda sacar algo positivo. A mí personalmente, este escenario macro, desafortunadamente, me resulta creíble y compatible con los inputs que observo cada día. La salida de un problema pasa por un primer ejercicio de reconocimiento y diagnóstico veraz.

Este escenario macro, desafortunadamente, me resulta creíble y compatible con los inputs que observo cada día. La salida de un problema pasa por un primer ejercicio de reconocimiento y diagnóstico veraz

Aun así, los ticks habituales de los políticos reaparecieron. Parafraseando a George H. W. Bush en el Congreso Republicano de 1998 salimos de un programa electoral del PP en 2011 con el Read my lips: no new taxes, que proponía el actual presidente del gobierno y nos hemos encontrado con un sarcástico …but higher old taxes. Reflexionen sobre la lacónica extensión del “recargo temporal solidario” (que el IRPF no baja el año que viene); como en Goodfellas: te jodes, pero pagas.

Claro que hay que aplicar reformas estructurales. Claro que había que ser creíble en la hoja de ruta fiscal. Pero, es que ahora empezamos a parecer algo temerarios. El urgente problema del acceso a los mercados y la rebaja del coste de la deuda pública ya está encarrilado: las OMT del BCE y las medidas presupuestarias parece que han situado a este gobierno en el lado correcto. Por ello debemos de felicitarles. Pero, no manden a nuestros contribuyentes a un Waterloo financiero. No sean intrépidos líderes de cruzadas perdidas de antemano: Jack Sparrow, Andonis Samarás, Anastasiadis, Passos Coelho, el Capitán Pescanova,… ya perdieron algunas batallas.

En fin. Que no aprendo. Me voy a recalentar los callos que me sobraron de esta mañana. Abur, Ben-Hur.

 El Indignado Financiero