El Puente de todos los Santos es una buena ocasión para detenerse en una práctica que va ganando adeptos en España: el turismo de cementerios. Dicho así puede sonar un tanto macabro, pero no es más que visitar Camposantos que poseen algún valor histórico o  artístico, buscando la belleza también en estos lugares de descanso (obligado). Hay iniciativas que parten incluso de los propios cementerios. Es el caso de la Sacramental de San Isidro, en Madrid, que data del siglo XIX, que propone visitas guiadas que han tenido incluso que ampliar el horario debido al éxito obtenido. Tienen una peculiar forma de convocar: «Te proponemos una experiencia única a través de un paseo cargado de amor y arte» e incluso utilizan las redes sociales para animar a los visitantes a que no se arredren siquiera ante la lluvia, como hacían hace un par de días en su página de Facebook: «Comunicamos al grupo que nos visitáis hoy que la visita guiada no se suspende. Al contrario, la lluvia embellece el camposanto, pero sí que os recomendamos ir bien abrigados y con paraguas! Feliz paseo!».

Cementerios de Barcelona, por su parte, ha organizado «La ruta de los cementerios», con visitas guiadas, diurnas y nocturnas, exposición de carrozas fúnebres e incluso talleres para niños. Según la web de la compañía gestora de los cementerios catalanes, «El objetivo es mostrar estos recintos no como lugares de muerte, sino de vida; ya que los cementerios son el resumen de nuestra historia mas reciente y donde podremos encontrar muchas de nuestras referencias».

En Europa, el ‘necroturismo’, la inclusión de los cementerios en rutas turísticas, está más normalizada. La Asociación Europea de Cementerios Singulares muestra en su web un recorrido por los camposantos más especiales de ciudades como París, Viena, Londres, Roma o Praga. Una ruta en la que se pueden visitar las tumbas de personajes tan ilustres como el compositor Ludwig van Beethoven, en Viena, el pintor surrealista Joan Miró, en Montjuic, o el filósofo Jean-Paul Sartre, en el cementerio de Montparnasse en París.

En España, una de las promotoras del turismo de cementerios es Marta Sanmamed, autora del libro «Aquí yace…o no», un auténtico paseo por cementerios con historia, plagado de anéctodas, y creadora del portal pervive.com, que se autodefine como ‘la red social que te ayuda a mantener vivo el recuerdo de tus seres queridos’, una red que recibe más de 10.000 visitantes al mes. Como relata la propia Sanmamed: «Los que nos metemos en un cementerio descubrimos un lugar de paz. Los camposantos suelen ser lugares muy seguros, no te pasa nada, y es terapéutico, se te quitan muchas tonterías y ves la realidad de la vida, que en algún momento se va a acabar».