“El mundo empieza a parecerse a aquello que conocemos”, cree Juan Luis García Alejo, director general de Inversis Gestión, confiado del bueno tono del crecimiento global, empujado esta vez, “sobre todo, por las economías desarrolladas”. En 2014, según las previsiones de Inversis Banco, mientras que el PIB mundial crecerá un 3,6%, regiones y países de corte occidental como Estados Unidos, Reino Unido, Japón y la zona euro crecerán un 2,4%, un 2,2%, un 1,6% y un 1%, respectivamente. Reino Unido se encuentra “a medio camino entre un EE. UU. más avanzado en la recuperación y una Europa continental que empieza a despertar”, explica su informe de estrategias para el año próximo.
Entre los países emergentes, sus estimaciones pronostican crecimientos del 7,4% para China y del 2,4% para Brasil. “Los chinos construyen a décadas, no año a año. La sensación de las reformas es adecuada”, considera Marian Fernández, directora de Estrategia de Inversis Banco, que hace autocrítica: “En 2013, los emergentes han sido nuestro gran error. Se ha dado la tormenta perfecta para ellos”.
La eurozona, que se ha situado en los últimos meses en el epicentro de las preocupaciones de los expertos por sus datos de inflación, atravesará “buena parte del año” con inflaciones en la banda que va desde el 0,8% hasta el 1,2%, que cerraría por encima del 1,6%. No obstante, aclara Fernández, “habrá desinflación en Europa, aunque no deflación”.
Con este contexto bajo el brazo, y de cara al año que se avecina, las principales oportunidades de inversión residen en Europa y Japón dentro de la renta variable, aunque también “el Ibex 35 sale bien posicionado”, y en un “gran espacio neutral” donde el ‘high yield’ estadounidense se declara “ganador”, resume Inversis. Entre los activos conservadores, sólo el corto español se salva.
En el lado contrario, el de las amenazas, Inversis señala como riesgos potenciales un evento en tipos americanos como el de la primavera de 2013 con tipos al alza de forma marcada, nuevos episodios de tensión en los mercados monetarios emergentes -particularmente en China-, volatilidades al alza y, sobre todo, “que Europa no transforme los buenos PMI en datos reales”.