Estamos asistiendo en las últimas semanas al anuncio de cierre de algunos fondos de inversión, con el fin de poner un tope al patrimonio gestionado, para evitar así tener que dar un giro a los objetivos y el estilo de gestión elegido. Manejar algo demasiado grande supone darle otra forma y elegir un camino apropiado a otras magnitudes. Algunos partícipes se ven, en ocasiones, sorprendidos por este anuncio de cierre y dudan acerca de cómo actuar. Juan Hernando, Responsable de Análisis de Fondos de Inversis Banco, nos ayuda a entender un poco más cómo afrontar estas situaciones.

Pregunta (P) – Hemos visto anunciar recientemente el cierre de algunos fondos, ¿por qué se produce esto?

Respuesta (R) Normalmente se produce para proteger al partícipe del cliente que ya está invertido y que se pueda mantener el performance del fondo de la forma habitual. Cuando va creciendo el patrimonio, los gestores establecen un patrimonio máximo que consideran adecuado para poder mantener la estrategia. Este máximo depende de muchos factores como el tipo de activo en el que invierten, la liquidez o el volumen negociado. El objetivo es tener bajo gestión una cantidad que no les obligue a salirse de su guión y de su forma de entender la gestión. Por ejemplo, un gestor de small caps con un patrimonio demasiado grande debe empezar a buscar en compañías de mayor capitalización, lo que desvirtúa el objetivo inicial.

El cierre de fondos se produce para no asumir un patrimonio que obligue al gestor a salirse de su estilo y objetivos

P – ¿Qué implica para el partícipe? ¿y para la gestora, qué supone en cuanto a la valoración de su gestión?

R – Hay diferentes formas de cierre, algunas permiten a los clientes existentes aumentar posiciones en el fondo (soft close), mientras que otros lo impiden (hard close). Para el partícipe que no pueda incrementar posiciones puede ser una molestia, en caso de que así quisiera hacerlo.

Hay otras fórmulas mixtas como la de imponer una comisión de suscripción a los partícipes y que la comisión no vaya a la gestora, sino que vaya al valor liquidativo del fondo, de forma que se trata de compensar el posible perjuicio que genera el incremento de patrimonio.

Pero, en general, el cierre de un fondo se considera positivo para el partícipe porque se intenta evitar que el aumento de patrimonio les perjudique.

Para la gestora, a corto plazo, supone una merma en sus ingresos porque se produce en productos muy exitosos en los que, de no darse ese cierre, seguirían recibiendo flujos y generando ingresos a la gestora, pero de cara a largo plazo es positivo, da sensación de confianza en los clientes y puede hacer más sostenible en el tiempo la relación gestora-inversor.

P – ¿Cómo actuar en caso de cierre de un fondo?

R – En el caso de inversores particulares, se puede considerar como algo positivo y no habría que preocuparse. Si se tiene intención de hacer aportaciones adicionales habría que buscar un fondo alternativo.

Si se tiene intención de hacer aportaciones adicionales habría que buscar un fondo alternativo

P – Denos algún ejemplo de fondos que hayan anunciado el cierre

R – Alken European Opportunities acaba de anunciar el soft close  para el día 4 de Octubre. Cierra a nuevos inversores, los existentes pueden hacer suscripciones adicionales con un máximo de 500.000€. Es un fondo que ha tenido un incremento muy fuerte en activos bajo gestión, doblando sus activos en prácticamente 1 año y superando los 4.000 millones de euros.

P – ¿Qué alternativas de inversión se pueden recomendar?

R – Si nos centramos en este fondo, en RV Europea podríamos considerar bastantes ideas. Por citar solo dos:

    • Franklin European Growth: con sesgo value pero buenos crecimientos
    • Alken Small Cap Europe : Mantendríamos el estilo de gestión de la casa Alken pero en una apuesta de mayor beta, al centrarse solo en compañías de pequeña capitalización.