Publicado en El Boletín. Elaborado por Fernando Hernández, director de Gestión de Inversis Banco.

“Más acción menos drama”. Así titulábamos el pasado año nuestro informe de Estrategia 2013. ¿Qué queríamos expresar con ese título? En un contexto como el que vivíamos hace 12 meses se hacía necesario señalar que el mundo caminaba hacia un escenario menos complejo, en el que los riesgos seguían latentes, pero en el que de forma muy clara los bancos centrales habían señalado una línea indivisible entre lo que cabía y no cabía (en el caso del BCE, no cabe una ruptura de la Zona Euro). Con esos mimbres, la normalización en un ciclo contractivo obligaba a hablar de unión bancaria, de acuerdos de gobierno (Italia y Alemania), de ayudas (Grecia), etc. para poder pasar de crecimientos negativos a otros positivos, aunque de baja intensidad.

Y en esas estamos. Estados Unidos sigue creciendo; poco, pero creciendo; Europa camina hacia un crecimiento ya más cercano al 2%, y España empieza a recibir unas tardías recomendaciones positivas.

Hay una realidad global que no se puede dejar de lado: el panorama es inmejorable para las empresas, con un crecimiento económico incipiente, unos bancos centrales que mantienen estímulos, inflaciones controladas y una financiación que, aunque aún no ha llegado en Europa, parte de niveles muy bajos. En este contexto, la Bolsa es la ganadora sin lugar a dudas. Pero frente a esto, el momento actual recoge un septiembre y medio octubre magnífico para la Zona Euro. Por ello, pensamos que los próximos meses serán de consolidación (este ya lo está siendo), antes de acometer nuevos retos con el objetivo de 2014 claramente en la cabeza. En este sentido, el sector bancario es paradigma de lo bueno y de lo malo. Lo malo lo vimos el año pasado, con valoraciones que descontaban el pleno colapso. Lo bueno es que ahora las casas de análisis ya hablan de normalización. ¡Qué pendularidad!

Con la claridad (siempre relativa) que ofrece un panorama que mejora, es tiempo de buscar sectores y empresas que cuenten con fundamentales sólidos o con valoraciones rigurosas. Ejemplos de lo primero lo podemos ver en sectores de consumo (automóviles). Ejemplos de lo segundo, en empresas que fabrican materiales básicos. Entre estas mejoran segmentos como las telecomunicaciones, ante un futuro de mejor financiación.

Preparémonos pues para otro año de Bolsa, pero no perdamos el juicio. Antes no era el fin del mundo; ahora no es el paraíso.

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