Hace pocos días, China pedía tanto al estado norteamericano como a la UE que levantaran las barreras arancelarias. El estado oriental quiere que le reconozcan su posición como economía de mercado. A cambio, ofrece seguir comprando la abultada deuda europea y ayudar en la economía estadounidense. Pero las novedades no han evolucionado en este sentido. Europa acrecentó las barreras comerciales y, según noticia de última hora, la banca oriental cerrará pronto sus ayudas financieras.

La situación entre las distintas potencias se encuentra en un momento complicado . Las negociaciones que se puedan acordar en un futuro próximo marcarán el rumbo económico y el destino de miles de millones de ciudadanos.

Nos guste o no, EE.UU. y China mantienen una relación de transacciones con repercusión global.

Ante lo que pueda parecer, no todo es «made in China», prueba de ello es que EE.UU. manufactura y exporta casi tanto como el estado chino, como podemos ver en la infografía. La diferencia es que su consumo es bastante más elevado. De ahí su desequilibrio en la balanza comercial.

Es interesante ver también la composición de estas importaciones-exportaciones. Mientras EE.UU. importa maquinaria, juguetes, acero y hierro, sus exportaciones se centran en dispositivos de alta tecnología como aviones y equipamiento médico, y, por alguna razón, 7 mil millones de dólares de aceite de cocina, que, presumiblemente se utilizará para la popular comida china.

Para el caso español, 2010 fue un buen año en lo referente a exportaciones al mercado asiático. La balanza comercial con China parece seguir un ritmo de mejora para nuestro país en lo que llevamos de 2011.