Los fondepósitos vuelven a estar en boca de todo inversor. Tuvieron su época de gloria a finales de la pasada década, pero fueron desplazados por las altas rentabilidades que iban ofreciendo los fondos tradicionales.

El Banco de España dio marcha atrás en su intención de limitar los superdepósitos con sanciones. Aún así, Eduardo Martín Quero, responsable de producto de Inversis Banco reconoce: “En cualquier caso, mi sensación es que dadas las circunstancias que vivimos, hay otra serie de medidas de presión a la banca que evitarán que veamos guerras de pasivo tan exageradas como las últimas que hemos vivido”. En este sentido, los fondepósitos se erigen de nuevo como una alternativa de diversificación destacada. “Además, es un buen modo de que el inversor vuelva a poner un pie en ‘el mundo de los fondos’ de cara a una potencial recuperación de los mercados”, puntualiza Martín Quero.

Este tipo de fondos de inversión se caracterizan por invertir la mayor parte de los activos que se gestionan en ellos mismos a través de depósitos. En concreto, su exposición a dichos depósitos debe estar repartida entre al menos 5 entidades distintas; el resto de la inversión se sitúa en activos de renta fija (pública o privada) a corto plazo. Son, en definitiva, un primer escalón de muy bajo riesgo que puede facilitar un segundo paso a la hora de asumir más riesgo si los mercados mejoran. Y es que, en palabras del responsable de producto de Inversis, “una vez que has entrado en el ‘instrumento fondo’, cambiarte a un fondo de más riesgo es mucho más sencillo en comparación con los depósitos por dos motivos: no son habituales las comisiones de cancelación anticipadas -en los depósitos sí-; y no tienes que esperar a que venza el depósito, sino que ordenas el traspaso cuando lo consideres oportuno”.

Si quiere apostar por este híbrido entre fondo y depósito puede hacerlo desde la plataforma de Inversis. En concreto, destacamos los de ESAF Fondepósito 2013 FI, Eurovalor Fondepósito Plus FI, ESAF Fondepósito V FI, DWS Fondepósito Plus A FI y Gescooperativo Fondepósito FI.

Además, los límites a la remuneración de los depósitos no afectan a las inversiones en este producto por parte de las gestoras de fondos, por lo que pueden ofrecer una rentabilidad sin acotaciones. Es por ello que se cree que parte de los 289.000 millones de euros que aproximadamente habría hoy día en los depósitos, se irán transfiriendo poco a poco hacia la línea que siguen los fondos de inversión. El gran beneficiado de esta medida será, pues, el fondepósito. Sus ventajas de siempre, como la diversificación, la fiscalidad, la liquidez… se miran hoy con aún mejores ojos y es que compensa sacrificar algo de rentabilidad, en aras de una fiscalidad un tanto más eficiente (los depósitos tributan en el momento del cobro de intereses, mientras que los fondos permiten diferirlos en el tiempo).

Aunque el Fondo de Garantía de Depósitos no respalda este tipo de inversiones, los fondepósitos se benefician de las ventajas fiscales de los fondos y dan la opción al inversor de mover el capital de un fondo a otro sin tener que tributar por ello.

Actualmente y según datos de Inverco, la patronal del sector de fondos de inversión, a cierre de 2012 los fondepósitos contaban ya con un patrimonio de 3.125 millones de euros. Además, la mayoría de las grandes gestoras españolas tienen algún tipo de fondo de inversión que invierte, mayoritariamente, en depósitos.