Publicado en ElConfidencial

El Ibex 35 terminó el pasado año en los 8.167 puntos y cerró la sesión ayer en los 7.844. Por tanto, acumula una caída en los seis primeros meses del año del 4% y del 10% desde el máximo anual que marcó el 25 de enero.

Desde entonces, varios han sido los factores que han provocado su caída, destacando especialmente dos en las últimas semanas: la negativa del Banco de China a inyectar liquidez en el sistema financiero (decisión que posteriormente ha rectificado) y la posibilidad de que la Reserva Federal (Fed) retire parcial o incluso totalmente sus políticas de estímulo monetario en los próximos meses. Y esos mismos focos de tensión –especialmente el segundo- serán los que la bolsa española tendrá que superar para remontar en el segundo semestre y acabar el año en positivo.

Desde Inversis, María Muñoz, banquera patrimonial, mantiene unas expectativas positivas de aquí a final de año, «si bien el camino no va a estar exento de volatilidad, fruto de la incertidumbre por la Fed y las tensiones de liquidez bancaria que se están viviendo en China». Muñoz recuerda que «el mercado español es el que menos ha recuperado de todos y, por tanto, el que puede tener un mayor recorrido al alza«.

Para que se cumplan estas estimaciones, «el catalizador para mantener un Ibex en positivo a finales de año sería contar con el apoyo del mercado de deuda. Hay que digerir todas las noticias de retirada de estímulos que han supuesto una fuerte tensión en las rentabilidades. Una relajación en nuestro bono a 10 años sería apoyo suficiente», concluye Muñoz, quien asegura que es esencial «mantener los 7.500-7.650 puntos, que son los niveles de noviembre 2012».

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