Riansares Roldán, gerente de agentes financieros y EAFI de Andbank

Riansares lleva toda su vida profesional (26 años) vinculada al mundo financiero, «llegué al sector de forma ocasional y me quedé -comenta-; nada que ver con la pretensión que tenía en la juventud de ser enfermera militar». Actualmente en Andbank está inmersa en el mundo de las Empresas de Servicios de Inversión (ESI). «El objetivo principal es conseguir que entidades como las EAFI, Maria Riansares Andbank hablando por telefonoAgencias de Valores o Gestoras colaboren con Andbank para que puedan desempeñar su función principal, que es el asesoramiento a sus clientes en materia de inversión, de una forma independiente. A cambio, Andbank les ofrece producto, herramientas y sobre todo servicio para hacerles la vida más fácil en su día a día. Una vez se firma una colaboración, mi siguiente función es ser su punto de referencia para cualquier operación, proyecto, necesidad, de ellos mismos o de sus clientes, desde el punto de vista de negocio principalmente,  y dirigirlo internamente junto a las áreas que tengan que intervenir». Una actividad que le produce satisfacción personal: «lo que más me gusta, y entiendo que lo que le gustaría a cualquiera, es cuando se consigue cerrar una relación nueva y, por tanto, nuevo negocio. La ilusión y la satisfacción que proporciona es tal ‘chute’ de energía que hasta los problemas del día a día se ven positivos. Llevamos un tiempo largo con continuos impulsos de energía …. ¡a ver si va a ser contraproducente! Jajaja».

Maria Riansares Andbank naturalezaEn el tiempo libre disfruta de sus dos grandes pasiones: la naturaleza y la restauración de muebles. «Me encanta y necesito la tranquilidad y la paz que me genera un entorno campestre. Tenemos una casita en un pueblecito de la sierra de Madrid y en cuanto tenemos oportunidad, allí nos escapamos. Menos mal que es una pasión compartida con mi pareja e hijos porque si no…. Houston, Houston, tenemos un problema!!!. Esta pasión puedo certificar que va más allá de mi entorno cercano porque prácticamente todos los fines de semana no estamos menos de 8 personas. Por algo la casa se llama ‘El Encuentro’ «.

Hace unos años descubrió el atractivo de la restauración de muebles: «el punto de partida fue mi inutilidad para ‘construir’ cosas y la necesidad de fabricar cosas materiales por mí misma y no tener que recurrir a otras personas. Pensé, pensé, me planté una bata y unos guantes y allá que fui a restaurar muebles, cambiar su aspecto, tapizar, decorar. Todos los jueves por la tarde/noche voy a un taller llamado Restáuralo y es mi momento; este sí que no lo comparto con nadie». Maria Riansares Andbank restaurando mueblesTambién se apunta al gimnasio, pero en este caso no tanto por disfrute: «realizo deporte con cierta asiduidad. Dos o tres veces por semana voy al gimnasio pero he de decir que no lo hago porque me guste, sino porque sé que es bueno y necesario. Los dos deportes que más practico son ciclo en el gimnasio y padel al aire libre».

Riansares nació en Madrid, procedente de familia conquense y valenciana: «por la parte conquense heredé el nombre: Riansares, virgen patrona de Tarancón. ¡Madre mía las derivaciones que ha tenido ese nombre a lo largo de mi existencia!- reconoce entre risas-.

En el terreno personal valora «la sinceridad y transparencia, que van muy unidas. También doy mucha importancia a las formas y modales a la hora de decir las cosas; respeto ante todo. Por el contrario, no soporto las mentiras y cuando detecto alguna, me entristece y, por supuesto, cruz al canto» señala entre bromas; «no soy bruja pero no se me suele escapar ninguna». En cuanto a familia y amigos destaca: «en mi familia somos pocos y bien avenidos; es verdad que en el día a día cada uno está a lo suyo y pueden pasar días sin que sepamos unos de otros (bueno, menos mis padres que si pasan 24 horas sin noticias… ya están llamando!! ) pero ante una necesidad, urgencia o celebración, siempre estamos juntos». Se le ilumina la cara al hablar de sus hijos: «tengo dos hombrecitos: Álvaro, de 18 años y Hugo, de 13. ¡Son muy buenos niños!. Es impresionante cómo tu vida gira en torno a ellos y cómo te inflas de orgullo según se van haciendo mayores y debes adaptarte y actuar según el continuo cambiante entorno social que les afecta. Es lo mejor que me ha pasado en la vida». Para los amigos también confiesa ser de pocos y bien avenidos: «distingo mucho y tengo muy claro lo que es un amigo y un conocido. Conocidos….muchos, amigos….menos, y amigos íntimos….pocos».