Desde que comenzó la crisis, el oro ha sido uno de los activos estrella para los inversores. Su valor se ha duplicado. Sin embargo, no es el único metal que se ha convertido en activo refugio. Otros metales preciosos, como la plata, el platino y el paladio, han experimentado crecimientos en la cotización incluso mayores.

En concreto, el precio de la plata es holgadamente mayor de 20 euros, cuando su cotización estaba por debajo de 8 en 2009. Su cotización ha aumentado en más del triple, aunque su evolución está condicionada por la del oro y es más volátil. Sin embargo, la plata tiene una demanda física muy sólida desde la industria, componentes tecnológicos o joyería. Más de la mitad de la demanda de plata es para aplicaciones industriales, aunque sin duda, como con el oro, lo que ha empujado su valor al alza es la demanda financiera. Además, su precio mucho menor que el metal dorado, la hace más atractiva para pequeños inversores.

En la misma línea, el platino también ha experimentado un auge importante durante la crisis. Tanto, que su cotización ha llegado a superar la del oro. Su valor ha sido muy volátil. En cuanto al paladio, tras una caída pronunciada en el precio después del año 2002, su cotización también se ha disparado en los últimos tres años hasta máximos.

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El oro ha confirmado su papel como activo refugio en tiempos de crisis. Pero no es el único metal. Aunque con más volatilidad, otros metales preciosos como la plata, el platino o el paladio han experimentado auges en su cotización igual de intensos o mayores que el metal dorado. En especial la plata. Nuevamente, cabe preguntarse: ¿Activo refugio o burbuja?