El tracking error describe la volatilidad de la diferencia de rentabilidad entre una determinada cartera o fondo y su benchmark (el índice de referencia utilizado para seguir la evolución de un mercado o para medir el rendimiento de una cartera). Dicho de otra forma, mide la regularidad de los rendimientos de un fondo o cartera comparándolos con los del mercado.

Si el tracking error es bajo, la probabilidad de que su comportamiento sea similar al benchmark es más alto. Y viceversa, cuanto más alto sea el tracking error, menores serán las posibilidades de seguir al benchmark. Se trata, pues, de una medida de riesgo relativo.

Es conocido también como riesgo gestor: la libertad tomada por un gestor para invertir en activos fuera del índice de referencia.

Fondos de gestión pasiva y activa

  • En los fondos de gestión pasiva el tracking error muestra el grado en que se ha replicado la rentabilidad del índice de referencia. Así, en líneas generales, los fondos de gestión pasiva suelen tener un tracking error pequeño.
  • En los fondos de gestión activa, se mide la capacidad del gestor para obtener un plus de rentabilidad sobre el mercado. Se suelen encontrar valores más elevados.

Interpretación del tracking error

Aunque dependerá del momento en el que se encuentre el mercado, así como de la entidad que lo mida o controle, se establecen los siguientes intervalos para la interpretación del tracking error:

  • Entre 0% y 2%, gestión pasiva.
  • Entre 2% y 5%, gestión con algo más de riesgo, pero controlada.
  • Superior al 5%, gestión activa.