Las estrategias ‘event driven’ tratan de beneficiarse de hechos extraordinarios que ocurren en el mercado, y que son independientes de los movimientos de renta variable y renta fija.
Más habitual en compañías
De manera general, las estrategias event driven se concentran en compañías:
- En proceso de reestructuración
- Opadas o en proceso de fusión
- En liquidación, quiebra o suspensión de pagos
- O en cualquier otra situación fuera de lo común.
Los precios de este tipo de empresas están más afectados por el suceso en cuestión (“event”) que por el mercado en sí. Los factores determinantes que hay que tener en cuenta son el resultado y el tiempo de las decisiones legales ligadas al suceso y la dinámica de las negociaciones o los requisitos de garantía.
Fondos de inversión
En el caso de los fondos de inversión ‘event driven’, es la misma cuestión aplicada a este producto financiero, es decir: productos que buscan las ineficiencias en el precio de los activos, antes o durante el desarrollo de un suceso, como una bancarrota, una fusión o una adquisición.
Juan Hernando, responsable de Análisis de Fondos en Inversis Banco, advierte que estos fondos ‘event drivent’ son productos sólo aptos para los inversores más dinámicos y como una vía para diversificar la cartera, debido a su baja correlación con el mercado.