Sostenibilidad, garantía de crecimiento a largo plazo y un equipo compacto que no deje entrever grietas en los cimientos de tu empresa es fundamental si tu pretensión inmediata es conseguir financiación. Desde el Observatorio Inversis, hemos seleccionado las cinco claves con las que ofrecer a tu empresa el núcleo duro de una apuesta segura.

Equipo sólido

Una plantilla que no parezca sólo una plantilla, sino un equipo sólido, cuidado e interrelacionado, con un número total acorde con las necesidades y el producto ofrecido, y reducido –cuantos menos, mejor- de colaboradores externos es esencial para que un inversor se fije en tu empresa y decida apostar por ella. Entenderla como un todo. Hablamos de una implicación total en el proyecto y el devenir de la empresa.

Fidelización

Da la cara sin ningún miedo a mostrar tus puntos fuertes a la hora de fidelizar a tu target. Presentar un informe en donde se recopilen los resultados arrojados sobre la fidelización de tus clientes a la marca sólo puede sumar puntos. No te cortes, y demuestra con qué herramientas cuentas para que tus clientes se queden contigo.

Presentación con vistas al futuro

Los espacios con más de 90 butacas, mesas corridas y la mesa del profesor ya quedaron atrás. Sirvieron, pero hay que evolucionar. A tus futuros socios, los hoy potenciales inversores, no puedes tratarles como a un grupo de estudiantes en la exposición de un trabajo de fin de carrera. Tus palabras, tus gestos y los valores que se dejan leer entre líneas han de resultar convincentes a la mano que te va a dar de comer, pues sin duda se trata de un intercambio que ha de generar valor en sí mismo.

Tu target

El cliente siempre tiene la razón, pero tampoco le gusta que le den la razón como a los tontos. Por ello, tener la respuesta adecuada a las preguntas básicas: quién es tu público objetivo, qué le ofreces y cómo logras captar y mantener su atención es, simplemente, básico. Sé convincente, pero, sobre todo, demuestra esa convicción con hechos: el inversor español tipo quiere números que le garanticen que el negocio funciona. Ahora y mañana.

Viabilidad

Sé tajante. Tú mismo has de avalar tus palabras con datos que muestren que tu cartera de clientes es fiel y, como tal, se han convertido en tus consumidores habituales en la última fase. De nuevo, el consejo emana de la demostración: datos, datos y más datos que afiancen la confianza que necesitas.