Continuamos con la serie de entrevistas con agentes financieros para conocer su visión del sector, y lo hacemos con Vicente Gil. Lleva apenas unos meses trabajando como agente en Andbank España, pero casi 6 años en la entidad, donde ha ejercido como director de banca privada en Valencia; y más de 15 años en el sector, en entidades como AB Asesores, Morgan Stanley o Banco Santander. Valenciano, casado y con un hijo, aficionado a la equitación y el windsurf, hoy nos habla de su visión sobre el agente financiero en el momento actual.

. ¿Qué crees que aportas como agente a la/s entidades con la/s que trabaja/s o has trabajado?

Mi aportación en todas las entidades en las que he estado ha sido mi vocación y compromiso con los clientes, aspectos que han ido elevando mi nivel de exigencia profesional buscando de forma constante las mejores propuestas de inversión.

. ¿Qué destacarías de tu trabajo diario?

En el mundo del asesoramiento cada día te sorprende, es lo que tiene trabajar con personas, sus emociones, dudas y situaciones personales. Sorprender a los clientes se ha convertido en un reto, ya que en un negocio maduro como el nuestro, presentar proyectos innovadores y de valor añadido es enormemente difícil. Andbank ha sido una gran fuente de inspiración, ya que nos ha proporcionado los proyectos más vanguardistas y disruptores: proyectos inmobiliarios como AKM o Albatross, de energías renovables como Everwood, o en el sector tecnológico de forma directa, como Inveready o Urizen.

. ¿En qué te facilita tu labor trabajar con una entidad como Andbank? ¿Qué te aporta el banco?

Andbank es una entidad en la que he podido experimentar, probar, pensar y en definitiva, crecer y mejorar. Me he encontrado personas formidables, de las que he aprendido muchísimo pero sobre todo un ambiente claro de éxito. Hace 6 años salí del Banco Santander para emprender este nuevo proyecto que hoy se consolida como una de las entidades en banca privada más importantes de España.

. Hay quien dice que el agente es una figura emergente, mientras otros dicen que es un clásico del sector financiero, ¿con qué idea te identificas más?

Pues creo que ambas cosas son ciertas; pero, como en casi todo, la figura del agente ha ido cambiando a largo del tiempo. Para mí la madurez en Banca Privada pasa por un modelo de relación directo con el cliente. En el modelo de agente cambio el ‘estar’ por el ‘ser’.

. ¿Qué retos tiene por delante el agente financiero hoy?

El principal reto es superar algunos complejos que vienen del pasado y del mal uso que algunas entidades han hecho del modelo agencial. El agente es un emprendedor, alguien que quiere ser dueño de su destino pero sin renunciar a tener los mejores servicios a su alcance. Creo que el futuro requiere dinamismo y flexibilidad y este es el modelo que mejor atiende estos conceptos.

. ¿Qué formación tiene un agente financiero? ¿Sigues formándote a lo largo de tu vida profesional?

La formación de cualquier profesional del sector del asesoramiento que desea tener éxito, es decir, una formación muy elevada en finanzas y un compromiso constante con la misma. Hay que tener una mínima calidad formativa especifica certificada y continuar formándose siempre. Me gusta hacer el símil con la batería de un móvil, sin formación sencillamente te quedas sin cobertura.

. ¿Qué cuenta más en este trabajo: formación o experiencia?

Pues creo que ambas cosas son muy importantes y en la medida que nos hacemos mayores, el peso de la formación disminuye porque somos capaces de compensarla con experiencia, pero de nuevo llegamos a un nivel en el que te formas o te quedas sin cobertura. Hay que cultivar ambas cosas.

. ¿Qué parte de tu trabajo realizas de forma presencial y qué parte de forma telemática, en remoto, gracias a la tecnología? ¿qué te aporta cada una de estas dos formas de relación?

Actualmente desarrollo la mayoría de mis trabajos presencialmente, pero es deformación profesional porque este modelo permite el trabajo a distancia perfectamente.

. ¿Qué es lo que más te gusta y lo que menos de tu trabajo?

Me encanta encontrar soluciones y responder así de forma eficaz a las aspiraciones de mis clientes. No me gusta la enorme carga administrativa de nuestro trabajo, un mal necesario seguramente, pero como en otros casos me niego a conformarme.

. ¿En qué basas tu motivación?

En el acierto, en que las cosas con esfuerzo y dedicación salen.