Llega el fin de semana, tiempo para relajarse después de jornadas de trabajo intenso. Para los pequeños es también tiempo de descanso, de juego…y de preguntar las cosas que van oyendo durante la semana y se les quedan atascadas en su cabecita.

Las preguntas antes eran más ingenuas: ‘¿De dónde vienen los niños?’ o ‘¿Por qué Winnie The Pooh no lleva pantalones?’ pero los niños van creciendo con el tiempo que les toca vivir y, hoy en día, preguntan desde cómo puedes escribir en un teléfono móvil con los dedos hasta  qué quiere decir esa palabra: déficit, que no paran de escuchar en la televisión o en las comidas familiares. No digamos ya el concepto de fiscal cliff; eso, ni las niñas de Obama y Michelle.

Esta semana, el Washington Post se lo ha puesto fácil a esos padres que se ven pillados en preguntas económicas sin comerlo ni beberlo. Con ayuda de uno de sus periodistas especializado en economía, Neil Irwin, el diario aclara para los niños conceptos de adultos:

. ¿A qué se refieren los mayores cuando utilizan el término ‘política fiscal’?

El Gobierno utiliza el dinero que le pagamos a través de los impuestos para pagar la Sanidad, el Ejército y otros gastos similares. Las decisiones que toma el Gobierno sobre impuestos y gastos se llama ‘política fiscal’.

. Ah y entonces el precipicio fiscal es…

Espera, espera. Para comprender eso, tienes que entender antes qué es el déficit. Es algo que surge cuando el Gobierno se gasta más de lo que ingresa con nuestros impuestos. Es como si te diesen 20 dólares y tú te gastases 25 en juguetes y golosinas.

. ¿Y cómo puede hacer eso el Gobierno?

Bueno, el Gobierno puede tener déficit pidiendo prestado dinero. Siguiendo el ejemplo de antes, es como si para comprar esas chucherías y juguetes tú pusieses tus 20 dólares y le pidieses prestados otros 5 al vecino. Pero llega un día en que el vecino quiere cobrar sus 5, así que más vale no tener déficits muy grandes porque, si no, puedes tener problemas, que es lo que le está pasando al Gobierno de Estados Unidos.

. ¿Así que ese problema es el precipicio fiscal?

No exactamente. Todavía la gente está contenta de prestar su dinero al Gobierno porque éste le paga un interés. Es decir, si tu vecino te presta los 5 dólares que te faltan y tú te comprometes a devolverle 6, ese dólar de diferencia es el interés que le vas a pagar por prestarte.

. ¿Y dónde está el acantilado?

En realidad, no es un acantilado ahora mismo, simplemente republicanos y demócratas acordaron poner en marcha una serie de medidas desagradables que les obligarían, a principios del año que viene, a ponerse de acuerdo si querían evitarlas.

. Suena a cosa de locos, y ¿qué pasa si ahora no se ponen de acuerdo?

Ahí viene el precipicio fiscal. Si no se ponen de acuerdo, subirían los impuestos y bajarían los gastos, sería como lanzar a la economía rodando por un precipicio.

. ¿Y cómo se ha llegado a este lío?

Porque a veces hace falta la amenaza de algo realmente malo para forzar a los adultos a hacer lo correcto.