Se entiende por rebote del gato muerto (dead cat bounce, en inglés) al comportamiento en el que los mercados, tras una caída importante, experimentan una subida en un determinado momento de tiempo. Sin embargo, esta subida se hace de una forma poco sostenible y, por tanto, las caídas se suceden de nuevo.  

‘El rebote del gato muerto’ tiene su origen en Wall Street. Comenzó a utilizarse por los operadores de bolsa al inicio del colapso de octubre de 1987, cuando la mayoría de los mercados de todo el mundo se desplomaron durante un breve período de tiempo.

Este comportamiento conlleva que muchos inversores, tras la incipiente bajada, consideren que el precio ya ha caído lo suficiente y que lo natural sería la subida, lo que motiva a comprar acciones a bajo precio que, después, se desmoronarán aún más.  

Es prácticamente imposible saber a priori si la subida en las cotizaciones se debe a un rebote del gato muerto o no, por lo que siempre que se divisen datos positivos tras una gran bajada surgirá la misma duda, de si es una recuperación real o no.

Origen de la expresión

El rebote del gato tiene su origen en la tétrica comparación de que incluso un gato muerto puede rebotar al llegar al suelo si cae desde una altura suficiente.