Al parecer, la expectativa de la Fed es llevar los tipos de interés hasta el 4.6% en 2023. Eso significa otra subida de 75pb en noviembre, 50pb en diciembre, y una última subida de 25pb en el 1er trimestre de 2023.

Empezaría diciendo que no considero esas condiciones monetarias dramáticas (siempre y cuando no se sobrepasen esos niveles), sin pasar a valorar lo positivo de haber recuperado tal poder de fuego por parte la Fed. Añadiría, además, que no me obsesionaría con lo que dice la Fed. Al fin y al cabo, a finales de 2021 la Fed decía que solo subiría 25pb en todo el 2022. Quiero decir con esto que la Fed puede variar fácilmente sus intenciones.

A partir de aquí. Tres cosas que debería considerar Powell (y que si lo hace, quizás ponga el pie en el freno, y de paso, nos alegre el día a todos).

  1. No hay mejor indicador adelantado económico que el mercado de equity, y tras acumular un -23% en el año queda claro que el mercado ya ve una fuerte contracción económica. ¿Cuándo creerá Powell que ha enfriado suficientemente la economía para frenar la presión en precios? ¿Cuándo el S&P acumule un -40%? Esto empieza a oler a “un Trichet”.
  2. Toda la curva de tipos de interés, y sus tramos, están en tasas de interés real ultra positivas (tightnening salvaje). Deben considerar para ello la inflación de hoy anualizada (0.1% m/m equivale a un 1.21% anual, que es el ritmo real), y compárenla con la TIR nominal del UST 2Y (p.e) al 4.20%. Lo mismo con el 10Y. Sugiere que no deben subir más, pero el mercado es soberano.
  3. Todo el complejo de commodities está colapsando (ver gráfico), y Powell deberá entender que esto, forzosamente, tendrá un efecto importante.

Álex Fusté

Economista Jefe Global de Andbank