Álex Fusté, economista jefe de Andbank, pronunció ayer una conferencia en el acto de inauguración de nuestra nueva oficina en Girona, en la que analizó la situación económica actual. Fusté apuntó que «los temores a una recesión podrían ser excesivos», teniendo en cuenta que, aunque el actual ciclo expansivo de la economía es de los más largos de la historia, no ha sido tan intenso -destacó- como anteriores ciclos de crecimiento de las últimas décadas. En su opinión, hay motivos para ser «moderamente optimistas» y puede quedar recorrido para seguir creciendo si no se producen graves errores políticos.

Sobre la gran incertidumbre que pesa sobre los mercados, y en especial el miedo generalizado a que una guerra comercial pudiera provocar una reversión de la megatendencia en globalización observada desde el 2001, Fusté señaló que «es precipitado, y quizás desacertado, concluir que nos dirigimos a una involución del comercio», ya que si las grandes empresas estadounidenses dejan de tener relación con China, «parece claro que tienen la opción de ir a producir a otros países como India, Vietnam o Bangladesh, que vienen desempeñando un esfuerzo razonable para integrase en las cadenas de valor globales, y poder asumir nueva producción». Fusté consideró que podría estar equivocado y que las empresas norteamericanas bien pudieran deshacer el camino que emprendieron en 2001, cuando China entró en la Organización Mundial del Comercio y proporcionó grandes cantidades de factor trabajo barato. Entonces, las empresas americanas vieron la oportunidad de abaratar costes y trasladaron producción intensiva en trabajo. El proceso originó un cambio importante en la economía, ya que la proporción que los salarios representaban sobe el valor añadido bruto paso del 66% al 53%, todo un trasvase de riqueza desde el sector trabajo hacia el capital empresarial.

El miedo hoy es que un retroceso en la globalización obligue a estas empresas americanas a volver a producir en el mercado doméstico a costes más altos. En opinión del economista jefe de Andbank, si diera este proceso, algo que valoró como improbable, el efecto en costes supondría un descenso del 1.5% en el retorno del capital (ROIC) para las empresas, dadas las condiciones salariales de hoy, que aunque van mejorando, están aún lejos de representar ese 66% del valor añadido bruto. Como el ROIC en los EUA está en 4.8% según cálculos propios del banco, a partir de datos de fuentes oficiales, y entendiendo que la Fed tiene margen para suavizar los costes de financiación, pues mantiene tipos en un nivel aceptable del 2%, para una inflación estable, Fusté considera que el nuevo ROIC podría situarse en el 4%; aún muy por encima del coste del capital. Cuando el retorno del capital está por encima del coste del capital, la idea del “sudden stop” de la economía, una recesión repentina, pierde fuerza.

En su intervención tras la inauguración de la oficina de Andbank en la avenida Jaume I de Girona, Fusté advirtió del elevado déficit público y endeudamiento de muchos países europeos y se mostró partidario de hacer esfuerzos para equilibrar las cuentas públicas.

Durante el acto de inauguración, Carlos Aso, CEO de Andbank España, destacó la positiva evolución de los resultados de la entidad, así como sus elevados ratios de solvencia y liquidez. Por su parte, Oriol Ribas, vicepresidente de Andbank, subrayó el objetivo de Andbank al abrir una nueva oficina, cuando gran parte  del sector las está reduciendo: «Es porque el nuestro es un modelo de personas y las personas han ser cercanas. Queremos estar cerca de las familias emprendedoras para acompañarlas a largo plazo».