La mañana de este miércoles se ve marcada en los mercados por las últimas advertencias del Fondo Monetario Internacional; que, concretamente para España, pronostica para 2013 una contracción económica del 1,3% y una escalada de la prima de riesgo nada menos que hasta 750 puntos, si (y este condicional es relevante) las autoridades europeas no toman las decisiones adecuadas o no aplican las reformas necesarias. Aviso a navegantes, y específicamente a los encargados de llevar la nave europea a buen puerto, los Gobiernos; entre ellos el español, que apura los días sin terminar de decidir si pide el rescate.

Los inversores ven pasar delante de sus ojos referencias poco animosas, como la advertencia del FMI, y ven también al mismo tiempo cómo se enfría estos días la intención de España de pedir un rescate para su economía, ante la mejoría en la prima de riesgo y el efecto balsámico que el compromiso del BCE ha conseguido. El mercado espera más combustible para arrancar en una u otra dirección. Hoy podría encontrarlo, entre otras cosas, en el encuentro que mantienen Mariano Rajoy y Francois Hollande, en su primera cumbre bilateral, en la que tratarán de aunar esfuerzos para impulsar la unión bancaria que permita la recapitalización directa de la banca, sin tener que cargar las espaldas de los Estados. Atentos también a los comentarios de los países de la triple A (Alemania, Holanda y Finlandia), que no quieren abrir esa puerta. El Fondo Monetario Internacional ya ha tomado partido, al afirmar que «España debe ser capaz de recapitalizar  sus bancos sin añadir deuda soberana».