/ Desde la FED, dos frases clave: “los riesgos para lograr los objetivos de empleo e inflación están moviéndose a niveles más equilibrados” y “no es apropiado bajar tipos hasta que se haya logrado más confianza en que la inflación se mueve de forma sostenida hacia el 2%”. Lo primero, apunte neutral, probable precursor de un próximo cambio de sesgo, lo segundo, advertencia de que no ha llegado aún el momento. La FED necesita tener confianza, lo que implica más datos, algo de tiempo. Powell vino a decir así que marzo, el escenario antes descontado en mercado para iniciar los recortes, parece pronto para tener datos suficientes. Por su parte, el mercado sigue esperando cerca de 6 bajadas en el año a partir de abril.

  • Los precios son claro condicionante de la FED. ¿Y el empleo? En palabras del Presidente, la fortaleza del mercado laboral no impediría bajadas de tipos mientras que su debilidad sí los apresuraría. Por tanto, mercado laboral que opera de forma asimétrica para afinar el “cuándo y cómo” de la normalización monetaria. No hay presión en Estados Unidos desde el crecimiento, pero sí va habiendo margen para bajar tipos desde la inflación.
  • ¿Está la FED preocupada por la salud del sistema financiero? No parece. De hecho, eliminó del comunicado el párrafo que defendía la resistencia del mismo y el impacto retrasado de las condiciones financieras restrictivas en la misma semana en la que volvió la preocupación por algunas entidades y su exposición al sector inmobiliario comercial.

/ Por parte del BoE, con alguna sorpresa: eliminando el sesgo a nuevas subidas y con un primer voto favorable a recortes, pero con dos miembros aún partidarios de subidas. El BoE sí vino a descartar de forma clara que vayan a empezar a bajar tipos tan pronto como el mercado descuenta (primer trimestre), y es que todavía está inquieto con la persistencia de la inflación subyacente (espera salarios creciendo >5%)

/ El BCE, una semana después de su reunión: Lane pidiendo también más confianza en la evolución de la inflación para recortar tipos, aunque calificando la inflación ya como un problema pequeño.