En una semana con menores referencias tras las anteriores plagadas de movimientos de los bancos centrales, el foco de atención está centrado en los datos de crecimiento y, sobre todo, en el techo de gasto estadounidense. Demócratas y republicanos tratan de avanzar en un acuerdo para evitar que la primera economía del mundo suspenda sus pagos: aumenta la presión de un cierre de la administración, que provoca una dislocación de los vencimientos a corto plazo. Hay urgencia en esos avances en la negociación para elevar el techo fiscal.

¿Y si sucede lo impensable y EEUU deja de pagar su deuda? la reacción en los mercados sería severa e inmediata. En eventos tan extremos ni el oro, que puede sonar como una inversión atractiva en tales circunstancias, sirve como salvavidas en una liquidación generalizada.