Publicado en La Voz de Galicia y elaborado por María Muñoz, banquera patrimonial en Inversis Banco.

Y llegó el día D. Con D, de Draghi, y el Banco Central Europeo (BCE) le dio al mercado lo que esperaba. Eso que los mercados monetario-dependientes llevaban ansiando tanto tiempo y habían puesto en precio. Súper Mario lo ha vuelto a hacer, esta vez actuando de facto y completando aquel «haré todo lo que sea necesario» de Julio de 2012 con un paquete integral de medidas y ese «el BCE aún no ha acabado» que deja la puerta abierta a emplear más munición en caso de que sea necesario.

Un mes entero de declaraciones alimentando todas las expectativas para una reunión del BCE que ha debido ser la más esperada de la historia de la institución. Draghi no podía jugar con su credibilidad.

En una decisión unánime, se anuncia un amplio paquete de medidas: las esperadas (bajada de tipos de interés y tasa de depósito a negativo), las esperables (inyectar más liquidez y acabar con la esterilización de compra de deuda), las demandadas (apoyo para que fluya el crédito bancario) y el anuncio de planes futuros (compra de ABS o compra de activos reales de empresas privadas no financieras).

Más dinero y más barato

En definitiva, más dinero y más barato para todos. Podríamos debatir si esto es bueno o malo. En mi opinión, esto no es la panacea y las medidas de Súper Mario van encaminadas a incentivar el endeudamiento -otros dirán el crecimiento- con la excusa de que hay que consumir, gastar, subir precios y alejar el fantasma de la deflación y, por otro lado, penalizar el ahorro. Medidas que no acaban con nuestro problema: la deuda, cada día un poquito más alta. Total ¿qué más da? Estamos buscando la solución a la crisis en el mismo sitio y con los mismos medios que la originaron: más dinero y más barato. Que fluya, que fluya, se frotan las manos algunos. Mientras otros, menos entendidos en la materia pero que sufren muy de cerca los efectos de la crisis, se preguntan si sirve de algo y, sobre todo, cuándo va a llegar a la economía real.

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