Las Sociedades de Garantía Recíproca nacieron y fueron reguladas en España en 1978, con el objetivo de facilitar el acceso al crédito a pymes y autónomos. Esta tarea se realiza de dos maneras:

– Mediante la figura de avalista de operaciones ante bancos, cajas y administraciones.

– Son capaces de conseguir mejores condiciones financieras gracias a los convenios que suelen firmar con ciertas entidades financieras.

¿Qué beneficios obtiene una empresa si acude a una SGR? Puede conseguir firmar una operación de crédito frente a una entidad bancaria de forma más fácil, pues la SGR avala la operación. Así, la entidad financiera se siente más cómoda al reducir el riesgo, ya que en caso de impago cuenta con la SGR como avalista.

Tienen un mínimo de socios fijado en 150, cuentan con responsabilidad limitada y también con un mínimo de capital, cifrado en 1.803.036,30 euros. Se les considera entidades financieras y al menos las cuatro quintas partes de sus socios están integradas por pymes que se asocian para buscar mayores posibilidades de financiación. Pueden prestar servicios de asistencia y asesoramiento financiero a sus socios y participar en sociedades o asociaciones en las que el objetivo sea realizar actividades dirigidas a pymes.